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La Gran Sultana

Afrodisíaco

Mi grito debió alertar a mi esposa pues llegó corriendo, abriendo las puertas con fuerza que las hizo chocar con la pared cuando ella no tenía mucha fuerza física. Acompañada de ella estaba Daniela y un par de guardias en compañía de Altan, que oportuno la verdad, siento que estoy ardiendo carajo, voy a explotar y mi parte inferior se está poniendo cada vez más dura. Además, estoy comenzando a ver borroso. Estaba apoyada en la pared, eso dio tiempo a Mera para sujetarme cuando mis piernas fallaron

- ¡Mi amor! -Grito ella sujetándome de la cintura, dios, se ve hermosa con ese vestido amarillo dorado, parece estar hecha de oro, me pregunto si será como esas monedas de chocolate, estoy ansiosa por quitarle su envoltura de oro para comérmela entera- ¿Qué sucede? ¿Estas bien?

- Me drogo- Logré murmurar a pesar de que mi mente esté explotando y mi cabeza esté a punto de explotar al igual que mi pantalón, me aferre al cuerpo de Mera ocultando mi rostro en su cuello intentando calmarme, pero su olor solo hace que me ponga más dura

- ¡Atrápenla! - Grito Daniela apuntando a la griega que parecía que quería escapar, de inmediato los guardias hicieron lo que mi segunda esposa ordenaba, después de todo ella también tiene poderío militar. Uff, se ve tan caliente cuando está mandona y el hecho de que este embarazada hace que piense en hacerle el amor una y otra vez contra la pared en la que estoy apoyada

- ¡Jesin! - Murmuró Mera cuando apenas podía sujetarme de ella, mi cabeza me está matando- ¿¡Qué diablos le dio esa malnacida!?- dijo enojada y comenzó a acercarse a mi boca, dios mi amor no te acerques así que te estampare contra el suelo y te arrancaré la ropa de una sola vez. No me beso para mi gran decepción, si no que solamente olio, aunque eso no evitó que le diera un beso en su adorable nariz que arrugo de inmediato- Huelo fresas, creo que almendras, ginseng, creo que un poco de té verde, sandía, y un olor que no reconozco. No huele a algún veneno, aunque tendremos que ver a un doctor

- Khat- Y ahora Daniela también se acerca ¿¡Acaso no notan que esos vestidos no dejan a la imaginación!? Casi puedo ver los blancos y perfectos pechos de Mera, quiero morderlos aprovechando que Nasra dejo de tomar leche materna- Reconozco el olor, es una planta africana, una droga muy fuerte y si se mezcla con ciertos hongos se vuelve alucinógena

- El té verde aumenta la circulación- Murmuré cerrando los ojos e intentando calmar los pensamientos impuros que tengo con mis esposas-Las almendras tienen zinc que aumenta la testosterona y…- Maldita sea clases de química sirvan ahora- Las fresas y el ginseng son afrodisíacos naturales y la sandía sirve como viagra natural. Es un afrodisiaco mezclado con alucinógeno- Maldita sea ¿¡Que tiene con drogarme!? ¿¡Otro maldito afrodisiaco!? Me voy a morir de un paro al corazón carajo

- Mierda, la tienes bastante dura- ¡Mierda tengo que decir yo! ¡Avisa cuando me pongas las manos en mi entrepierna Mera! ¿No ves que te quiero arrancar la ropa a mordiscos? Sabes que, al diablo, lo haré aquí y ahora

Me adelante y aproveché para besarla con violencia, la necesitaba, necesitaba estar dentro de ella y hacerla gritar mi nombre hasta que su garganta está roja y sin voz con su cuerpo temblando de la sobredosis de placer al punto que no podrá sentir su propias piernas del aturdimiento en su cuerpo, quiero marcar su cuerpo y cuello hermoso mostrando que es mi esposa y me pertenece, que aquel hermoso cuerpo ya tiene dueña y soy yo y nadie me lo va a quitar, en especial ahora que el húngaro está a 3 metros bajo tierra, ojala oiga sus gemidos de placer desde el infierno donde este. Mordí su labio al mismo tiempo que sujetaba sus caderas atrayéndola hacia mi y chocando con la pared dejándola atrapada contra mi cuerpo

- Mierda Jesin- Dijo Daniela sujetándome y evitando que desnudara ahí mismo a mi esposa. Quiero hacérselo ahora, quiero joderla hasta que no pueda caminar más y su cuerpo rechace cualquier otro hombre que no sea yo- ¡Tranquilízate…! - Ahora la bese a ella ¿Qué me tranquilice? Mi cuerpo está ardiendo en llamas y mi cabeza pareciera que está siendo golpeada por el dios Hefesto con su martillo favorito. Lo único que quiero ahora es desnudarla y sentir su piel contra la mía. Comencé a caricia su cuerpo con cariño, no soy idiota, podre estar mas caliente que el sol y todas las estrellas, pero jamás seria bruta con Daniela, el miedo de hacerle daño es mas grande- ¡Mera maldita sea! ¡Una tiene que calmarle la calentura y yo estoy embarazada!

- ¡Igual puedes!

- ¡Pero no quiero quedar paralítica!

- ¿¡Y yo si!?

- Tú tienes más experiencia estando sin caminar- ¿Enserio están discutiendo eso ahora? No importa, me encanta sentir como Daniela tiembla de placer ante las mordidas que doy en su cuello

- ¡Pero tengo un evento caritativo mañana!

- ¿¡No que querías quedar embarazada!?- Le devolvió Daniela que ahora se estaba sujetando de mis hombros mientras sus piernas temblaban cuando acariciaba sus pechos con una mano y con la otra comenzaba a bajar para tomar el borde de su vestido y levantarlo- Estas ovulando y ella caliente ¡Aprovecha!

- ¡Bien, pero tú vas al evento! - Sentí como me quitaron del cuerpo de Daniela y los labios de Mera impactaron contra los míos. De inmediato tome una pierna de Mera para que se afirmara de mi cintura mientras la besaba profundamente- Jesin no podemos hacerlo en el corredor

- Claro que podemos- Murmure sobre sus labios y comencé a besar su cuello haciendo que temblara de inmediato, es tan sensible aquí

- Cualquier guardia podrá ver desnuda a Mera- Las palabras de Daniela de inmediato me sacaron de mi calentura ¡Antes muerta que alguno de mis guardias vea el perfecto cuerpo de Mera, esa privilegiada vista es solo para mi!

La tome en mis brazos y corría hacia mi habitación escuchando las risas de Daniela a mi espalda, parecía una loca desesperada y lo sé, pero tengo tantas ganas de arrancarle ese vestido a Mera que me siento arder, además de que no ayuda que esté besando mi cuello mientras corro hacia nuestra habitación ¿Quiera quedar parapléjica verdad? ¿Ya existirán las sillas de ruedas? Porque Mera va a necesitar una durante todo su embarazo

Apenas llegamos a nuestra habitación y cerré la puerta me acerqué a Mera y sin ningún tipo de cuidado rompí su vestido, con el corsé y todo dejando a la vista su hermoso cuerpo desnudo mientras las tiras del precioso y ahora arruinado vestido caían al suelo. La lancé contra la cama con cuidado mientras me sacaba la ropa, sintiendo las manos de Mera ayudándome a arrancar estas malditas telas que me impiden hacerla gemir mi nombre. Apenas estuve desnuda no tuve ni la menor compasión con ella, Mera es más fuerte que Daniela y está más acostumbrada, así que ni me detuve por algún segundo

Toque cada parte de su cuerpo disfrutando el aroma natural que salía de él, como si el bosque se hubiese fundido en su piel, acaricia cada centímetro de su cuerpo tocando los puntos dulces y sensibles que tenía, sintiéndola retorcerse debajo de mi cuerpo gimiendo mi nombre. La sentí tensarse cuando entre en ella y verla agitada cuando estaba a punto de llegar al clímax, rasguñando mi espalda intentando mantener la cordura cuando tenía la intención de volverla loca de placer, se supone que debíamos almorzar, pero estoy segura que haré gemir a mi mujer hasta que el sol de un nuevo amanecer llegue mañana por la mañana. El hambre se me fue cuando me dieron a mi esposa en bandeja de platacopy right hot novel pub

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