Jesin observó intrigada a su espada, había pasado un mes y medio desde que llegó de Francia y recién se daba cuenta

Mera dormía tranquilamente a su lado después de un día bastante pesado. Siendo la primera esposa tenía muchas responsabilidades, como manejar lo que es la contabilidad del palacio, que siempre esté abastecido y que todo lleve un buen funcionamiento además de todo lo que tenía que ver con las tradiciones otomanas, como fiestas y celebraciones eran organizadas por ella, por suerte su nana y Daniela le ayudaba en todo lo que pudieran, pero Daniela también estaba ocupada, tanto con Badir y su embarazo como con las tareas que debía hacer ella también.

Debido a que Jesin le había enseñado a Daniela todo lo que sabía sobre su futuro y respondía a cada pregunta que ella le hacía, se convirtió en una de las mujeres más inteligentes del Imperio, algo que no era para menos. Se ocupaba de muchas cosas tanto sociales como planes de apoyo a la ciudadanía y en especial a las mujeres como lo militar, creando estrategias y ocupándose de que los hombres de alto rango sean realmente confiables, era un trabajo realmente agotador para ambas, pero lo hacían para ayudar a Jesin. Se suponía que esas tareas se compartían entre las mujeres del harén que comúnmente eran muchas, las mujeres del harén debían ser bellas e inteligentes para ayudar en todo a su Sultán, instruidas en matemáticas, lenguas y artes algo que tanto Daniela como Mera tenían, pues fueron bien educadas por su familia y ambas eran talentosas en la pintura y música respectivamente

Pero también había muchas mujeres que igualmente fueron bien instruidas y eran candidatas para casarse con la Sultana si se notaba que no era suficiente la ayuda de Mera y Daniela por lo que ellas se esforzaban para cumplir con todas las tareas por agotadoras que sean. Por suerte Jesin siempre les apoyaba en todo además de ayudarles siempre que podía además de cuidar a Nasra y Badir cuando ellas estaban muy ocupadas y tenían que concentrarse

Pero lejos del tema de porqué Mera dormía profundamente al lado de Jesin, ella estaba mirando la espada que Lady Atenea le había dado en la ciudad de Sofía, dicha espada era más brillante que el sol y podía cegar un ejército entero con su brillo divino, pero ahora por alguna razón dicho brillo se había apagado repentinamente por lo que Jesin observaba la espada intentando averiguar el porqué. No entendía ni porque la espada brillaba así que menos porque había dejado de hacerlo ¿Tal vez la lejanía con el olimpo y su dueña original? No tenía ni la menor idea, pero ahora gracias a que el brillo bajo podía leer perfectamente las letras que la decoraban, aunque estuvieran en griego

Había aprovechado que una de sus sirvientas era griega y le había pedido que le tradujera lo que decía, según ella la espada decía “Hija de Atenea, Campeona del Olimpo” algo que ella no entendía del todo. Hércules le había dicho que los dioses griegos querían que al menos un descendiente suyo estuviese gobernando el mundo, no literalmente porque eso sería imposible si no más bien que tuviera una cantidad considerable de poder en el mundo, que gobernara un reino o en su caso, un imperio por lo que campeona del Olimpo debía deberse a eso, que era la regente de oriente. Lo que no entendía era porque decía “Hija de Atenea”

Jesin era hija de Mara, una mujer que se supone que es hija de Atenea y un hombre, aunque según los mitos Atenea no necesitaba de un hombre para dar a luz a sus hijos, si no que salían de su mente (Raro, Jesin lo sabía) y Jessica era hija de Helena Gibbons, una mujer bastante testaruda con un corazón de oro y una debilidad enorme por el chocolate y su caballo que amaba casi tanto como a su hija (Jessica nunca supo si debía sentirse ofendida o halagada si su madre le decía que la amaba tanto como a su adorado caballo). La única que tenía cierta conexión con Atenea era Mara y no era muy cercana que digamos pues la abandonó cuando nació

Aun así, ella no era hija directa de Atenea y dudaba en ser adoptada porque seamos sinceros ¿Quién la soportaría? Era una niña con TDAH que apenas podía mantenerse quieta y casi hace explotar su casa, y aunque lo creería de su madre, que era una mujer de tan buen corazón que parecía ama a medio mundo, su padre era un hombre arisco que apenas se interesaba por su vida más que para enviarle dinero y cosas antiguas que a él no le servían porque no eran otomanas, aunque sean más caras incluso. Jessica recuerda que una vez le regaló una maldita corona con mas diamantes de los ha visto en su vida pero que no era otomana así que el hombre la desecho como basura a pesar de que valía millones (con ese dinero compraron su casa/Mansión en New York y el auto de ambas mujeres) había días en que Jessica no entendía cómo un hombre podía desperdiciar dinero, así como así. Para su padre, el saber era lo más importante, ni el oro o las joyas valían a sus ojos

Aunque teniendo en cuenta que se hizo millonario vendiendo todas las cosas no otomanas que conseguía en sus investigaciones y expediciones, cada vez que recalca eso, ellas solían poner los ojos en blanco

Se fue del tema, de nuevo. Estaba muy distraída estos días con todo eso de que tal vez en Francia habría una mujer con un hijo suyo en su vientre, el tema de la alianza con Francia, que aun debía arreglar y gestionar todo de su lado y ahora los recientes informes de investigación

Según sus espías en España, el recién coronado Rey Carlos estaba ocupado arreglando su ejército y concentrándose en conseguir alianzas políticas para algo grande, aunque Jesin lo dudaba, ahora que estaba aliada con Francia, España no tenía aliados fuertes y ella tenía un aliado que colindaba con su reino que se estaba recuperando, ella estaba segura de que en algunos años sería una potencia mundial tal cual lo fue en su tiempo. Ella no estaba preocupada por lo que España estaría tramando, está preocupada porque según sus hombres, la obsesión del rey Carlos con su Daniela era cada día mayor, según ellos cada día mujeres con apariencia similar a Daniela entraban al palacio, pero no todas lograban salir

Carlos ya no podría divertirse con ellas, Jesin le había cortado su hombría en venganza por lo que le hizo a Daniela, pero las mentes trastornadas eran peligrosas y Jesin sentía pena por las mujeres que estuviesen atrapadas en el palacio con aquel monstruo abusador. La guerra en Francia aún no terminaba, pero iba a un ritmo bastante rápido gracias a Jeanne D’Arc y ella estaba segura de que un año todo terminaría con Francia como ganador, además de que la muerte del rey inglés estaba cerca. Jesin recordaba que el que ascendió al trono fue un niño enfermoso pero inteligente y bondadoso y se preguntaba si sus doctores serían capaces de salvar a aquel niño tan diferente de su padre en actitud

- ¿En qué piensas esposa mía? - Jesin salió de sus divagaciones al sentir la mano de Mera acariciando su mejilla- ¿Por qué estas perdida en tu mente en vez de abrazarme hasta el amanecer?

- Perdón mi amor- Se disculpó abrazándola por la cintura y haciendo que la cabeza de su esposa se pose en su pecho- Solo pensaba en nuestros aliados y enemigos, en las noches como estas recuerdo que aun tengo cuentas pendientes con algunos

- No te preocupes por eso mi amor, en este momento nada está pasando y debemos disfrutar de nuestra tranquilidad, tal vez haciendo un bebe- Jesin se rio entre dientes, Mera aún no se rendía con lo de tener un bebe y quería seguir intentando, con Nasra se tardaron casi dos meses en embarazarse por lo que no perdía la esperanza, Jesin pensaba que su esposa no se embarazaba por estar tan estresada con el tema de sus responsabilidades que había dejado abandonado por el tema de Viktor. Ella pensaba que Mera debía relajarse y tomar un tiempo para ella y así podría quedar embarazada pero Mera se negaba, alegando que debía arreglar sus errores

- Tienes razón, es solo que a veces recuerdo que no siempre será seguro para ustedes y quiero protegerlos antes de que algo malo pase- Murmuró acariciando su vientre, esperando que pronto haya alguien creciendo ahí, ya se imaginaba que en un año el palacio estará lleno de bebés corriendo, Nasra ya estaba corriendo junto con Badir y ahora duermen y pasan todo el día juntos para intentar que se hagan amigos desde temprana edad, siendo cuidados por la nana de Daniela

- Lo se mi amor, pero si me dices que debo relajarme tu también debes hacerlo, tu mente está tan ocupada con el Imperio, conmigo y Daniela, los niños y el ejército con los problemas exteriores que casi no tienes tiempo para ti ¿Cuándo fue la última vez que observaste los cielos o cabalgaste con Blackte por placer en vez de por trabajo? - Jesin se quedó callada ante eso, era cierto, ni siquiera sabía en qué posición estaba la luna de tan ocupada que estaba. Había olvidado sus hobbies por estar centrada en cuidar de sus hijos cuando a veces eran los únicos que los calmaban en los ataques de ansiedad que le daban por la presión de ser la Sultana, aunque ninguna de sus esposas sabía de aquello pues lo disimulaba muy bien

- Hace bastante, tal vez incluso desde antes que naciera Nasra- Más de un año, pues tanto Nasra como Badir habían cumplido su año de nacidos en una gran fiesta para cada uno. A Jesin no le gustaban las fiestas extravagantes pero sus hijos estaban felices y si ellos eran felices, ella también

- Tal vez tienes razón, descansare de eventos esta semana e intentaré no estar hundida en el fastidioso papeleo- Aquella maldita montaña de papeles parecía reírse de ella cada vez que entraba a su despacho y la pila se hacía cada vez mas y mas grande, era como un monstruo invencible o una hidra inmortal, acaba un poco y aparece el doble- Pero si yo descanso tú y Daniela también- No iba a dejar que sus esposas trabajasen y ella descansara, no se sentiría bien

- Esta bien mi amor, que así sea- Se rio Mera abrazándola con más fuerza, intentaría relajarse para quedar embarazada, el doctor dijo que la tensión y el estrés contribuyen a que no pudiese quedar en cinta por lo que intentaría relajarse y disfrutar de la semana y tal vez su bondadoso dios le diera otro bebe de Jesin

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