Modo oscuro
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La Gran Sultana

Mehtap y Kahraman

Maldito papeleo, si pudiese apuñalar a alguno de estos malditos papeles ya estarían sangrando tinta como el diario de Voldemort en Harry Potter y la cámara secreta. Oh, ese es mi mayor deseo en esta vida, asesinar el papeleo, sería el mejor día de mi vida cuando queme todos estos papeles, ya me imagino riéndome como loca idiota, pero es que sería maravilloso ver todo ese papel arder, muajajjajajajaj

- Jesin- Mera abre la puerta con fuerza sacándome de mis pensamientos asesinos contra el montón de papel que juro por mi vida me mira burlón, la próxima de la vela no te salvarás desgraciado- ¡Ven rápido!

- ¿Que sucede, amor de mi vida? - Pregunte levantándome algo asustada por su grito, Mera nunca grita a menos que sea algo importante o estemos en la cama

- ¡Daniela acaba de romper la fuente! -Y solo eso basto para dejar de ser Batman y convertirme en flash pues salí corriendo de mi despacho como si el diablo me persiguiera para mostrarme a un chico. El área médica del castillo no está lejos de las habitaciones y mi despacho por orden mía ya que si alguien de mi familia está herido prefiero que estén cerca de mí para poder ayudarlos y agradezco de corazón haber tenido esta idea porque así pude llegar rápido donde estaba Daniela. Debido a que son mellizos es un parto mucho más complicado que el que de Badir o Nasra, así que preparamos a varios médicos cuando cumplió los 8 meses en caso de que se adelantaran como sus hermanos mayores

- Aquí estoy mi vida- Le dije a Daniela sentándome a su lado, ella estaba acostada en una cama muy cómoda y varias parteras y doctores estaban ahí listos para cuidar de Daniela y que nada salga mal, porque si le llega a pasar algo a mi esposa o pierdo a alguno de mis hijos, ellos sufrirán la peor de las torturas existentes, lo juro como que me llamo Jesin. Daniela tomo mi mano con una fuerza que podría haberme roto los huesos, pero no le tome importancia, sabía que esto sería complicado, el nacimiento de mellizos siempre lo es y más aún cuando no cuentas con las tecnologías suficientes como en el futuro, si Daniela se llegara a desangrar en medio del parto, no habría forma de salvarla, es por eso que estábamos todos tan tensos en la habitación, la vida de mis hijos y de mi esposa corría riesgo

- Agh- Se quejó cuando el doctor comenzó a prepararla para el parto, en mi tiempo lo mejor hubiese sido una cesárea para sacar a los niños, algo mucho más seguro, pero en este tiempo hacer una cesaría podría acabar con mi esposa desangrada y si por milagro deteníamos el sangrado era muy probable que el corte se infectara y esa era una muerte mucho más dolorosa que no permitiría que Daniela sufriera. Mis bebés son grandes, por lo que Daniela podría salir algo lastimada al ser un parto natural, pero prefiero que esté algo lastimada, pero con posibilidades de curarse con el tiempo a muerta sobre la cama. Ella gritó con fuerza cuando las contracciones se hicieron insoportables y pronto todos se movían a gran velocidad

Me sentía como en un limbo, viendo todo en cámara rápida pero mi mente solo estaba enfocada en una persona, mi esposa, no quería perderla, sería el mayor golpe de mi vida. El doctor nos había advertido que un embarazo doble era potencialmente mortal, pero Daniela quería seguirlo hasta el final sin importar las consecuencias que trajera para su ya débil cuerpo y como buena y dominada esposa que soy le di en el gusto, solo espero que ahora su fuerza no flaquee y pueda dar a luz a nuestros angelitos. Cerré los ojos besando la mano de Daniela mientras rogaba nuevamente, las únicas personas a las cuales les he rogado son a los dioses griegos y siempre han sido por el bienestar de mi familia, así que rogué a la única persona en el panteón olímpico que puede ayudarme y lo ha hecho muchas veces, le recé de nuevo a Artemisa, diosa de los niños y el parto

Le rogué que no permitiera que mis bebés murieran dentro de su madre y que mi esposa pudiese soportar el parto, que fuese seguro y sin complicaciones, pero en este momento me basta con solo saber que los 3 vivirán. Es lo único que me importa en este momento

Una luz plateada inundó el lugar, pero parecía que yo era la única que lograba verla, tal como la luz blanca que guía mi espada a mi destino, aquella luz comenzó a rodear a Daniela y pronto el agarre ya no fue tan fuerte y ella se veía mucho más relajada, como si el dolor se hubiese ido, me miró sonriendo mientras los doctores seguían haciendo su trabajo y suspire feliz, al menos podía confiar en alguien del olimpo

- Puje majestad- Con la ayuda de mi tía Artemisa, Daniela no tuvo ningún dolor al pujar al igual que no tuvo ninguna herida interna que pusiera en riesgo su vida, y más pronto de lo que pensé, se escuchó un llanto agudo

Mi corazón se detuvo como la primera vez que tuve a mis hijos, no podía creer que estaba pasando por esto de nuevo. Me levanté con mucha lentitud viendo a las matronas bañar y vestir a mi hijo o hija, mi nuevo ángel en este mundo

- Felicidades sultana, es un varón- Me dijo una de las sirvientas mientras extendía sus manos, entregándolo. Con el cuidado que aprendí cargando a Badir y a Nasra, tome a mi pequeño niño, su cabello era castaño claro, tal cual el de Daniela, pero al abrir los ojos observe unos ojitos azules idénticos al de mi ojo derecho, no tuvo heterocronía como Badir y Nasra, pero eso no quitaba que mi pequeño príncipe era precioso, un pequeño idéntico a su mama española solo que con los ojos azules de mi madre biológica

Daniela volvió a quejarse mientras daba a luz al segundo mellizo o melliza, me acerque a ella con nuestro príncipe en mis brazos mientras las matronas se dirigían a bañar a mi segundo bebe que nace hoy- Mira mi reina- Murmure en voz baja acercando a mi pequeño príncipe a sus brazos, ella sonrió feliz de verlo, estaba cansada y sudada entera pero no había imagen más hermosa que la que mis ojos estaban viendo, mientras sostenía a nuestro hijo en sus brazos y con los ojos a punto de llorar. Hace unos días me hizo prometerle que, si ella fallece en el parto, no tomará represalias con los niños, era su decisión y ella quería tenerlos aun si moría después. Eso era lo que me mantenía estos días con los nervios de punta, la idea de perder a mi esposa era algo inconcebible para mí, si alguien debía morir primero, seria yo, no ellas

Se que pensaba que moriría hoy, así que agradezco a Artemisa de todo corazón el haberme protegido a la mujer que amo

- Aquí tiene Sultana- Se me acercó una matrona con un bulto envuelto en un montón de sábanas al igual que mi hijo y de inmediato me levanté de un salto, tomando el bulto en mis brazos- Es una princesa, felicidades- ¡Si! Sabia que serian un niño y una niña

A diferencia de su hermano mayor, ella tenía el cabello rubio brillante como el mío, aunque sus facciones, aunque delicadas son españolas obviamente, su tono de piel es más claro que el mío, idéntico al de Daniela típico de zonas más templadas y no del calor extremo del desierto. Cuando abrió sus ojitos, un hermoso color azul algo más oscuro que el de mi hijo me vio y me dio un vuelco al corazón al instante, en mi mente el recuerdo de esos ojos mirándome con alegría, con amor, recuerdo pasarme horas solamente viendo aquellos ojos porque amaba con locura a la poseedora de aquellos orbes brillantes, al igual que recuerdo su mirada llena de tristeza y amor cuando la luz se extinguió y ella murió en mis brazos. Mi pequeña, era la viva imagen de Angela, mi primer amor

- Una niña- La voz de Daniela me sacó de mis pensamientos y me acerque, disimulando las lágrimas que habían logrado escapar de mis ojos con lágrimas de pura felicidad- Una niña al fin, pensé que tendría dos varones

- Pues no mi reina, aquí está tu princesa- Dije mientras colocaba con cuidado a mi hija en sus brazos viendo sus ojos brillar, me confesó que ahora que tenía a Badir, ella deseaba tener una hija y su anhelo fue cumplido

- Mehtap- Murmuró en voz baja dándole un beso en la frente a mi princesita y sonreí, “Claro de Luna” La luz que ilumina en las noches. Un nombre perfecto para mi princesita- ¿Y cómo se llamará este pequeño? - Me pregunto sonriendo de oreja a oreja y yo mire a mi príncipe que comía del pecho de Daniela con hambre, bueno, ya sé porque siempre Daniela tenía hambre

- Kahraman- Murmure en voz baja observando aquellos ojitos azules que me veían con atención- Mi pequeño héroe

El nombre con el cual Angela deseaba llamar a nuestro primer hijo, pero el destino hizo que muriese antes de que eso pasara, un destino que me dejó quebrada de mil formas diferentes en aquel tiempo. Ahora el destino me sonreía, dándome dos razones más para quedarme en este tiempo y ser la Sultana que pondrá al mundo de rodillas para dárselo a sus hijos en bandeja de plata.copy right hot novel pub

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