Cipriano se había quedado para saber el origen de los rumores, fue muy difícil descubrir la raíz porque muchos nobles querían evitar verse involucrados en algo tan escandaloso y él había sido señalado como el principal participante y últimamente él había estado en el ojo del huracán lo que hacía que la gente lo viera como un leproso, “otro escándalo así y no solo tendré que mudarme de ciudad, sino también de continente” pensó el doctor que ya había notado como algunos de sus pacientes lo habían comenzado a evitar desde la pelea.
Sin embargo, todavía tenía algunos que otros amigos quienes le habían podido ayudar a dar un poco de claridad a la situación, algunos aseguraron que no habían escuchado sobre el rumor hasta que Antonieta había hablado en voz alta para que el que quiera escuchar la escuchara así que muchos apuntaban a ella como la principal autora del rumor, pero él no conocía a la mujer y aparentemente Olivia tampoco por lo que ¿Por qué ella inventaría tal rumor? Sin embargo, no fue una joven de la servidumbre a la que había atendido el año antepasado en un parto prematuro que le ayudó a esclarecer un poco el asunto.
Una vez teniendo toda esa información se dirigió directamente a la casa Laurens dejando atrás una fiesta ruidosa y llena de gente chismosa que lo miraba como si fuese el demonio reencarnado.
Al entrar en la casa Laurens se encontró con un ambiente mucho más feliz de lo que esperaba, Edward al verlo le dijo:
-Oh querido amigo nuestras noches de fiesta se acabaron -Parecía estar a punto de saltar y bailar, Cipriano no tenía que sumar uno más uno para saber la respuesta
-Menos mal, no sabía cuanto tiempo iba a aguantar mi espalda -suspiro y se sintió agradecido en verdad, eso de cargar a Edward borracho no era tan fácil como él creía
-¿Pudo descubrir el origen del rumor? -preguntó repentinamente la matriarca de la familia Laurens, a pesar de su enfermedad se convirtió en una leona dispuesta a atacar a cualquiera que haya difamado a su hija
-No está muy claro -dijo Cipriano -Muchos aseguraron que no habían escuchado de dicho rumor hasta que la señora Juras prácticamente lo grito -Comenzó a explicar
-Pero yo no conocía esa mujer de antes ¿Por qué haría algo así?
-Yo tampoco la conozco -Admitió el doctor
-Este fue un rumor del todo mal intencionado creado con el fin de destruir y esa joven fue solo la marioneta, el que esconde los hilos es otra persona-dijo de repente con firmeza la señora Carlota
-Espera mamá no es apresurado pensar… -Comenzó Oliver quien a pesar de su carácter pacífico y tímido había tenido que recurrir a toda su fuerza para no asesinar a Antonieta cuando comenzó a gritar estupideces
-Estoy segura, conozco el juego de la alta sociedad desde diez años antes de que nacieras -Dijo la anciana con firmeza, Amelia estaba un poco confundida y Edward ya no le importaba para nada el tema su cabeza se había ido a los preparativos que tenía que hacer, Cipriano se aclaró la garganta
-Yo también pensé lo mismo, alguien debía tener algo en contra de Olivia o de mi
-tal vez sea su pareja -dijo Carlota -Para nadie es un secreto de su encuentro hace un mes y tal vez se cansó del anonimato -Cipriano se sonrojó, Amelia casi se atraganta
-Eso es cierto -dijo Edward cayendo a la realidad -quería preguntarte la realidad de todos esos rumores desde hace unos días -Edward tenía una idea de quién podía ser la dama misteriosa de Cipriano, pero lo cierto era que dicha dama se había comportado de lo mejor y no estaba seguro de que en qué momento ella había podido escapar de su mirada vigilante
-Estoy consiente que no fui muy discreto -Dijo Cipriano recordando que en ese momento por la pasión del momento no le importo en lo más mínimo que Amelia gimiera de placer, al contrario, le pareció increíblemente satisfactorio -Pero no creo que ella gane nada de hacer un escándalo de este tipo
-¿Es una noble? -Preguntó directamente Carlota -no me mire así, no le estoy preguntando su identidad, pero tal vez quiera cubrir sus indiscreciones señalando a otra -las manos temblorosas de Carlota trataron de alcanzar un vaso de agua que estaba en la mesa
-No es una noble, pero si me escucharan… -suspiro Cipriano dando a entender que quería decir algo más -de los nobles no pude sacar mucha información, pero una joven de la servidumbre estuvo dispuesta a contarme un par de cosas, la joven me dijo que no tenía dudas de que la raíz del rumor fue la señorita Baudin
-¿Por qué haría eso? -Preguntó Edward extrañado
-¿Será que la juventud es tonta? -dijo Carlota que trataba de beber el agua, pero el agua saltaba por todas partes
-Toda la ciudad sabe que le compraste el sombrero a Olivia -dijo Amelia -tal vez son celos, estuviste coqueteando con ella durante la boda
-No toda -dijo la Carlota con el vaso al fin en sus labios
-¿Pero solo por eso inventaría algo tan horrible?
-tal vez pensó que con un rumor tan horrible a Cipriano no le quedaría más remedio que casarse conmigo y usted tendría que fijarse en ella
-¿Por qué Cipriano y no cualquier otro noble? -preguntó Oliver
-Ni idea, pero eso no es todo -suspiró el doctor -La chica me aseguro que Beatriz fue a visitar a la señora Baudin el día en que se fue de la mansión -Eso no le gusto a Edward, Beatriz sabía demasiado y si se le había ido la lengua con la señora Baudin seguramente todo lo que Beatriz sabía ya lo sabía ella
Después de esa conversación concluyeron que no había mucho que hacer el rumor ya comenzaría andar, pero debido a que Olivia y Edward se habían comprometido y a este no le importaba el rumor, ya que sabía la verdad detrás solo quedaba seguir con sus vidas hasta que el rumor dejará de ser una novedad y quedará en el olvido del tiempo, sin embargo, Carlota dijo que si un día la vida le daba la oportunidad se vengaría de esa insoportable familia:
-Oliver ¿No quieres ir conmigo a celebrar? -Preguntó Edward quien planeaba tomarse una o dos copas para celebrar su compromiso, Olivia, en cambio, como toda una dama tomaría una taza de té para relajar sus nervios debido a la noche que comenzó siendo la peor de su vida, pero terminó siendo la mejor de su vida y luego se acostaría a dormir
-No, lo siento debo quedarme -dijo viendo a su madre quien estaba temblorosa en el sofá, él sabía que ayudar a su madre a acostarse en la cama no era fácil para las mujeres de la servidumbre y menos para su hermana, como único hombre de la casa su deber era asegurarse de que su madre estuviera acostada en su cama cómodamente
-Entiendo entonces somos tú y yo -Dijo Edward rodeando por con el brazo a Cipriano mientras salían de la casa y la puerta principal se cerraba a sus espaldas
-Y yo -dijo Amelia
los hombres miraron a Amelia como diciéndole que no, pero una vez llegaron a la mansión y las bebidas alcohólicas comenzaron a repartirse descubrieron que ella era una excelente compañera de copas:
-a ver si entiendo… me estás diciendo que en el futuro la gente puede descubrir quién mató alguien solo por una huella de su pulgar -dijo entre risas Cipriano y Edward lo acompaño mientras trataba de tomar otra copa
-Si -insistió Amelia que estaba igual de borracha -Te lo juro
-Estás loca -Cipriano negó con la cabeza mientras tomaba otro sorbo
-No quiero hablar de asesinatos -dijo Edward de repente -¿Qué hay del amor?
-oh… no hable de eso, ustedes dos son unos mojigatos
-Vamos -insistió Edward -Aparte de las mujeres que no llegan vírgenes al matrimonio que puede ser peor que eso - Amelia pensó que cualquier sexshop haría que Edward o Cipriano les diera un ataque al corazón
-No estoy segura no es una conversación que quieran tener
-Ahora eres tu la mojigata -dijo Cipriano, los tres se rieron a carcajadas y siguieron tomando
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