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Amante peligroso

Capítulo 91: Destruyendo la esperanza con sus propias manos

Una mano pellizcó bruscamente su barbilla y la levantó con mucha fuerza. De esta manera Denis se vio obligada a levantar la cabeza. ¡Le quedó tan cerca a ella misma un rostro tan hermoso como si fuera un trabajo artístico!

Joaquín fijó su mirada fría y profunda en la cara de Denis y dijo, -Ir al hospital o al banco. Denis, te doy la oportunidad de hacer la desición.-

Su rostro estaba tan cerca que Denis podía ver claramente la pelusa de su cara. Respondió con terquedad y persistencia en sus ojos, -Me voy al banco- Lo dijo palabra por palabra sin posibilidad de ceder.

-Te falta un riñón, aún así, todavía te atreves a beber. -La voz fría y misteriosa del hombre le advertió suavemente, -¿No aprecias tu vida?-

-¡Me voy al banco!-

-¿Irás al banco sin preocuparte por tu vida?-

Miró atentamente al hombre que tenía cerca, abrió la boca y dijo con indiferencia, -Sí- Ya no era la primera vez que jugaba la vida, y menos aún beber whisky. Sin embargo, la mano que colgaba a su lado agarró inconscientemente con fuerza de la solapa de la chaqueta de su traje. Aunque ella no era consciente de ello, el hombre notó lo todo.

Joaquín pasó su mirada fría y profunda por la mano que estaba agarrando la solapa de la chaqueta de su traje. Notó que las venas en el dorso de esa mano se ponían muy destacadas.

Su mirada que era dificil de entender volvió a la cara de Denis, contemplándola. Joaquín estaba pensando: lo que esta mujer solía estaba obsesionada con aparecer delante de sí mismo, esperando que la viera una vez más. De esta manera, se sentiría muy feliz por todo el día.

No se dio cuenta de que todo había cambiado desde algún momento.

Ahora, ¿ya no le importaba nada para ir al banco, para huir de él?

En los ojos oscuros, había algo loco, que se estaba gestando. Miraba atentamente la cara de Denis, y sus ojos profundos se estaba convirtiendo aún más profundos y difíciles de entender.

-Denis, ¿de verdad estás tan ansiosa para ir al banco?- Le preguntó, mientras pensando: ¿de verdad te apresuras para huir de mí? ¡No puede ser, no!

Entre ellos, él era el único que podía decir “ya se acabó”.

Un par de dedos largos le quitó el cheque de su mano y lo meneó suavemente. Advirtió, -Aunque te deje que vayas al banco, ¿qué podrás hacer? El banco ya está cerrado, ¿acaso quieres depositar el cheque en el cajero automático?-

¿Se puede transferir un cheque en un cajero automático? ¡Claro que no!

¡Denis quedó pasmada como si le hubiera caído un rayo!

Ella se quedó atóntita mirando el cheque que él sostenía entre su dedo índice y el dedo corazón. Entonces, ¿el cheque que tanto le había costado conseguir era en realidad un papel inútil?

Así...Lo aguantó todo, ¿fue por esta hoja de papel?

De repente, levantó su cabeza y dijo, -Sr. García, se lo ruego. Los cinco millones en efectivo también son dinero. No falta ni un céntavo. No hay diferencia entre ser depositados en la cuenta bancaria hoy y mañana, ¿no?-

Ella dijo, a punto de arrodillarse, -Sr. García, se lo ruego, me arrodillaré ante usted. No tengo nada más, solo me quedan estas rodillas, también se las daré.copy right hot novel pub

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