Declan se dio la vuelta para ver a Elizabeth.

Su tono era muy dulce y tierno, exactamente igual que hacía siete años. «¿Esta la verdadera Elizabeth? ¿Entonces la actitud dura y el tono frío que muestra normalmente son fingidos?». Declan la miró pensativamente durante mucho tiempo.

—¿Por qué me miras así? ¿No me conoces o qué? —Elizabeth hipó, echando un aliento a alcohol.

Lo extraño era que el olor del espacio se volvió más dulce y no había nada desagradable.

Declan la miró, caminó en su dirección y lentamente se acuclilló en el borde de la bañera.

Elizabeth se rio.

—¿Cuando estás borracha pierdas la memoria? ¿Olvidaste todo lo que pasó?

Declan le acarició la cara suavemente. Su voz era fría.

Elizabeth seguía sonriendo como una tonta. En sus ojos solo se reflejaba Declan. Sus recuerdos de Declan se quedaron en sus momentos más felices, cuando se sonreían bajo la luz del sol, y cuando yacía en sus brazos todas esas noches.

Esos recuerdos malos, caóticos y dolorosos… Todos esos se vaciaron temporalmente con el alcohol. Deliberadamente los evitaba. Y nadie tenía derecho a pedirle que estando borracha también debía tener esos recuerdos en su cabeza.

Declan solo sintió que la sangre de todo su cuerpo corría hacia abajo. En el momento en que tocó esa piel perdió el control por completo.

Pero sabiendo que iba a perder el control, no pudo evitar querer acariciarla, poseerla y tenerla en sus brazos.

Se perdió en la sonrisa de Elizabeth. No había visto esa sonrisa desde que regresó al país. Ella no lo consideraba alguien de confianza. Cada parte de su cuerpo actuaba con alerta cada vez que lo veía. Eso de ver su lado dulce o inocente era pedir mucho, porque ni siquiera había visto a Elizabeth con las guardias bajas.

Esto era lo más desgarrador y también lo más insoportable.

—Clan, quiero ir al parque de atracciones. —Elizabeth deslizó sus dedos por el borde de la bañera, parecía que estaba jugando, hasta dio algunas palmaditas en el agua, lo que mojó su toalla.

Los ojos de Declan pasaron por su clavícula para llegar a su delicada barbilla y las comisuras de sus labios ligeramente curvados.

Entonces recordó muchas cosas del pasado.copy right hot novel pub