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Destino Inevitable

LXVIII. Vida.

–¿Tía? –Preguntó confundida–. Vaya, Ámbar. Tenía por entendido que no tenías hermanas.

–Aurore, dime por favor que es una broma. –Se carcajeó agarrándose el vientre mientras ella seguía totalmente confusa.

–¿Broma? No logro entenderte, no estoy para nada bromeando. Con este mareo es imposible hacerlo...–Suspiró cerrando los ojos.

–Sólo somos mi hermano y yo en mi familia. ¿Quién más puede ser mi hermana del alma? –Preguntó aguantándose la risa.

Un silencio se propagó en la estancia, Aurore seguía sin entenderla, ella sonreía ampliamente mientras intentaba comprender a lo que se refería. Abrió los ojos como platos cuando cayó en cuenta al fin.

–Espera...–Su voz temblaba un poco–. ¿No estarás diciendo que...?

–¡Sí! –Respondió abrazándola fuertemente mientras daba saltitos de la alegría.

–Dios, Ámbar. No me aprietes tanto...–Suspiró pesadamente por el arrebatador mareo–. Sino paras vomitaré de nuevo.

–Ay, sí...–Le dio un beso tronado en la mejilla, haciéndola reír. La tomó de la mano para hacerla sentar en el sofá. Una vez sentadas, Aurore jugaba con sus dedos, le sudaban las manos de los nervios. Ámbar sonreía pícaramente viéndola, la vio y su amiga parecía estar en una nube con aquella sonrisa.

–¿Por qué piensas que estoy embarazada? –Preguntó nerviosa.

–Por lo que me contaste te sientes mal desde hace una semana. Tienes mareos, vómitos, mucho sueño...

–Pero quizá sea un malestar normal... –Susurró pensativa–. Sabes que me enfermo con facilidad en los meses de invierno.

–A ver, Aurore. Responde claramente... –Tomó sus muslos para ponerla derecha en frente suya, Aurore asintió sin dejar de mirarla–. ¿Tú te estás comiendo a ese bizcochito? ¿Sí o no?

–¿Qué pregunta es esa? –Rió inevitablemente.

–¿Qué tiene de malo? Es una pregunta normal y corriente. Si ahora mismo me preguntas qué fue lo último delicioso que me comí, te diría que fue el sushi de anoche. Porque lamentablemente no tengo la misma suerte que tú. –Se cruzó de brazos inflando sus mejillas–. Puritita envidia la que tengo, pero no me cambies el tema.

–No lo hice, fuiste tú.

–¿Ah no? Por mi parte no escuché ninguna respuesta a mi pregunta.

–Sí...–Murmuró bajito.

–¿Sí, qué? ¿Te comiste, 2 manzanas? ¿4 fresas?

–Sí me lo comí...–Se aclaró la garganta ruborizada–. A él.

–¿Entonces por qué narices me dices que no puedes estar embarazada? Si la semillita puede estar en tu interior.

–Porque me cuido siempre.

–¿Qué método utilizáis para cuidaros?

–Fui a mi ginecólogo y me pusieron la inyección anticonceptiva. Por eso digo que no es posible.

–¿Desde la primera vez?

–Sí...–Aurore entreabrió los labios cuando los recuerdos empezaron a pasar uno tras otro por su mente. Observó a Ámbar con fijeza–. No...

Su amiga se carcajeó a lo grande mientras Aurore estaba sumergida en sus pensamientos.

–Aurore, las probabilidades de quedarse embarazada sin protección es de un 25 a un 30 por ciento. Y si estabas ovulando es casi seguro. ¿Hace cuánto que no te visita tu periodo?

–Ya hace más de un mes, pero ya sabes que soy muy irregular con mi menstruación, puedo estar dos meses sin ella incluso.

–Otro dato que comprueba que sí lo estás.

Sus manos viajaron a su vientre y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios.

–¿Estaré embarazada? –Le preguntó a Ámbar, que la miraba sonriendo ampliamente.

–Eso, querida. No lo sabremos hasta confirmarlo.

Hizo que la siguiera hasta su habitación, se acercaron a un cajón y lo abrió dejando a la vista pruebas de embarazo. Aurore abrió los ojos al ver que había tantas.

–¿Qué haces con todas estas pruebas? –La vio con sorpresa.

–No todas tenemos la suerte de tener en nuestra cama a tremendo semental, y para rematar italiano...–Suspiró con la mirada perdida–. Resumen, la vida de soltera no es nada fácil.

–Eres una dramática y exagerada.

–Ya te querría ver sólo una semana alejada de tu italiano...–Tomó varias pruebas–. ¿Cuántas te hacemos?

–¿Cuántas? Pienso que con una es suficiente.

–Hay ocasiones en las cuales a veces fallan. Será mejor hacer dos. –Pegó un grito que la sorprendió–. ¡Qué emocionada estoy! Qué ironía de la vida, la virgen y solitaria Aurore se está haciendo una prueba de embarazo en estos mismos instantes.copy right hot novel pub

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