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La Llave En El Lago

Capitulo 76:

-Ese es el punto -dijo Olivia claramente malhumorada por la situación -no nos han invitado y la señorita Baudin tiene el descaro de decir que es porque no puede confiar en que nos comportemos -Olivia parecía dolida por recordar los rumores que habían puesto en tela de juicio su virtud

-También ha dicho comentarios groseros sobre ti y Mary Ann

-¿de Mary Ann? -Preguntó Amelia sorprendida

-No es de sorprender -Respondió Olivia -Lamentablemente, Mary Ann no es una noble y habrá personas que la traten de mala manera no importa si vive y recibe la educación de un noble

-¿Cuál es el motivo de dicha fiesta de té? -preguntó Amelia después de pensarlo un momento

-Es para cerrar la temporada -respondió Samira, Olivia y Edward le habían dicho a Amelia que como eran amigos del vizconde Navarra podían evitar los eventos sociales, pero que no era necesario que ellos guardaran el luto, pero Amelia había decidido guardar el luto por su amigo y más sabiendo que Alessandro no tenía familia -Pasaron tantas cosas esta temporada que casi no se sintió como si estuviésemos en esos meses del año -El cierre de la temporada solo significaba que se acababan los cortejos, pero ahora entrarían la temporada de bodas

-Me da tanta rabia que las Baudin quedaran tan impunes después de haber creado esas mentiras -refunfuño a Olivia, Amelia pensó que tal vez podrían hacer algo, no sería una venganza, pero seguro que les lastima el orgullo a las mujeres Baudin

-¿Sabes qué día será la fiesta de té? -Preguntó Amelia a Samira

-El próximo viernes ¿Por qué? -Pregunto Samira que se dio cuenta de que Amelia tenía un plan al respecto

-Olivia ¿siempre la señora Baudin hace la fiesta de apertura y cierre de la temporada? -Preguntó Amelia y Olivia asintió

-¿Qué tal si la fiesta de té no es el cierre de temporada?

Samira y Olivia sonrieron al darse cuenta de lo que propone Amelia, primeramente el hecho que la señora Baudin no cerrará la temporada como siempre hacía era algo que le pegaría en el orgullo enormemente segundo nadie pensaría que la fiesta sería algo hecho con mala intención, ya que Olivia era la nueva condesa de Wilson y era normal que las mujeres recién casadas hicieran una fiesta ¿Qué mejor que hacerlo?

Olivia no odiaba a las Baudin por los rumores, puesto que estos habían empujado a Edward a pedirle matrimonio y de cierta manera con su mala intención solo habían logrado hacer que ella fuese feliz, pero sin duda las cosas feas que se dijeron gracias a los rumores que ella había iniciado le habían dolido así que tal vez era una oportunidad que no debía rechazar aparte era solo una fiesta, organizar una fiesta no era lo mismo que crearle una mala reputación a Úrsula Baudin:

-¿Qué tal la vida de casados? -Pregunto Samira una vez que quedaron los detalles de la fiesta hablados

-Edward es el esposo que siempre desee -Dijo Olivia sin pensarlo -pero a veces es… -Olivia no encontraba las palabras, en el mes y tanto que llevaban casados lo había visto tan feliz y extasiado que parecía que quisiera salir volando hasta el espacio, pero, por otro lado, lo había visto enojado y de tan mal humor que parecía que iba a explotar sobre todo en la última semana que Cipriano se había ido

-Edward puede llegar a hacer oscuro, sombrío y gruñón -Amelia ayudó a Olivia esto hizo sentir avergonzada a Olivia, pero las descripciones habían dado en el clavo

-Entonces es justo como tú -dijo Samira a Amelia, Amelia la miró sorprendida, pero no se defendió, Samira fue la primera en llegar después de enterarse de la muerte de del vizconde y estuvo allí para ver como se aislaba y perdía peso

-Supongo que la sangre no se vuelve agua -dijo Amelia pensando que el significado de esa frase tenía más sentido después de viajar tantos años en el tiempo y descubrir que su antecesor era tan gruñón como ella, Samira y Olivia se rieron

-¿Cipriano no te ha escrito? -Pregunto Samira a Amelia de repente

-¿Por qué me escribiría a mí? -Amelia hizo un puchero, no quería pensar en él aparte hasta donde ella sabía todos pensaban que ellos se llevaban mal

-No sé, solo pensé que si él le escribiría a alguien sería a ti -Samira se encogió de hombros

-Pues te equivocas

Samira y Olivia no eran tontas, supieron al instante que Amelia no quería hablar del tema porque se sentía dolida aunque no sabían los secretos de su relación:

-Amelia -llamo Olivia una vez que Samira se fue

-¿Si? -Olivia señaló un plato lleno de galletas y chocolates

-¿No entiendo?

-Ese plato es tuyo -dijo Olivia y Amelia entendió, no había comido nada durante toda la visita de Samira, sin embargo, le pareció un poco exagerado que Olivia le preocupara su alimentación solo porque no había comido nada de las meriendas -tampoco desayunaste y de almuerzo comiste muy poco -dijo como si le hubiese leído el pensamiento, Amelia se acercó al plato y tomo una galleta con crema de limón y se la metió en la boca,´el sabor era estupendo, pero por alguna razón ella sentía que se hubiese metido un puñado de arena en la boca y aguanto las ganas de vomitar, cuando trago la galleta tomo un chocolate con avellana y se obligó a sí misma a comer, Olivia la miraba con preocupación, sin embargo, Amelia termino todo el plato

-Voy a hacer unas cosas -Dijo Amelia mientras salía de la sala y se dirigía a su habitación, en el camino sintió como las lágrimas le caían por las mejillas, no sabía que le estaba ocurriendo ella siempre había sido una persona dulcera, le encantaban los chocolates, merengadas, tortas y galletas, pero ahora eso que tanto le encantaba comer era como comerse un grillo, “debe ser psicológico” se dijo así misma mientras cerraba la puerta.

Había aceptado todo con gracia y sin cuestionarse ni una sola vez.

Se sentó y trató de recordar en qué proyecto había estado trabajando antes de viajar “¿Era un proyecto sobre algo ambiental?” habían pasado muchos meses desde que no pensaba en su trabajo, lo había tomado como unas merecidas vacaciones, pero ahora se sacaría un ojo por volver a trabajar, recordó más o menos las ideas que tenía en ese entonces, tomó una pluma y comenzó a hacer un boceto con todo lo que había cambiado en su vida la ideas que tenía en ese entonces le parecía anticuadas por lo que su nuevo boceto sería algo completamente distinto…

Amelia terminó su boceto y se acostó en la cama con sueño, así que se quedó dormida, pero ocurrió algo extraño, fue como si su alma saliera de su cuerpo y de pronto ya no estaba en 1801, ni en la mansión, ni siquiera era de día, ahora estaba en 20XX, en la sala de la casa de Hannah y era de noche:

-Hannah necesito que me digas donde esta, Lia -Gruño Erick -todos la estamos buscando y sé que tú sabes donde está -Erick la señalo con el dedo, Hannah tenía el ceño fruncido

-Claro que sé donde está -La confesión tomó por sorpresa tanto a Erick como Amelia, habían pasado casi más de medio año desde que ella había viajado ¿cómo sabía Hannah que había viajado en el tiempo? -La engañaste estúpido ¿qué te hace pensar que quiere verte? Y si evita a su familia es por la vergüenza que le da -Hannah gruño, ella era así era el tipo de amigas que te defendería con dientes y uñas de ser necesario, “es una diosa, no como yo” dijo Amelia pensando en que ella no había podido defender a Samira con tanta vehemencia como lo hacía Hannah, Erick las manos en la cabeza

-Está pasando algo más grave Hannah y ella entenderá que este bastardo infiel la este buscando, si no me quieres decir donde esta por lo menos llámala - Amelia se dio cuenta de que esto era de la noche en que había desaparecido ¿por qué, sino cuál era la explicación? Hannah tomó su teléfono, pero en vez de llamar reflexiono un momento luego miró a Erick

-No puedo -dijo -apago su teléfono porque no tenía el cargador ni tampoco batería… -La cara de Hannah parecía de tragedia -Te dire donde esta, pero iremos juntos ¿ok? -Erick parecía igual de preocupado que ella

-Pues cámbiate rápido -le respondió después de meditarlo un segundo, Hannah tenía su pijama puesto lo que quería decir que Erick la fue a buscar a medianoche ¿pero por qué?

-Te llevaré, pero si le haces algo a mi bebé te corto los huevos llenos de esteroides que tienes y los usaré como pelotas de tenis -amenazó Hannah y Amelia estaba casi al borde de las lágrimas, pero, en cambio, se rio por el comentario, “amigas como tú no deben morir nunca” pensó Amelia mientras la veía marcharse rumbo a su habitación

Amelia se despertó, preguntándose si su sueño había ocurrido de verdad o si había sido parte de su anhelo de ver a Hannah, aunque todavía no tenía claro sus sentimientos hacia Erick estaba segura de que preferiría ver mil veces a sus padres que a Erick en un sueño… a pesar de la confusión que sentía hacia lo ocurrido se dio que algo en su corazón se sintió mejor.

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