El día de mi cumpleaños no lo pasé como yo lo quería, no estaba ni cerca de ser lo que esperaba; al otro día me levanté con mucha energía, pero sin ganas de hacer algo, así que decidí quedarme en cama.

-Buenos días- entró la reina Marianne a mi habitación como si fuese mi madre intentando levantarme, yo me tapé con las cobijas –ya es tarde, deberías estar desayunando- abrió las cortinas y ordenó a las mucamas que buscaran la ropa que me pondría hoy.

-Lo siento pero no pienso levantarme- le dije aun dentro de mis cobijas.

-Nunca creí que eras la clase de chica que hace una rabieta-

-No es una rabieta, solo necesito espacio, y no pienso hacer nada más que quedarme en cama-

-No sé tú, pero suena a una rabieta-

-¿No debería estar en su reino?-

-Me iré una semana después de tu coronación, si tanto esperas a que me marche-

-No es eso- yo salí de las cobijas esperando a que hubiese dejado la habitación, debido a que escuche la puerta abrirse y cerrarse, pero solo habían sido las mucamas.

-Si te preocupa que esté descuidando mi reino mientras estoy aquí contigo no es así, mi hijo se quedó a cargo del reino, y me mantiene al tanto por medio de cartas, como tu reino y el mío están muy cerca no tardan tanto en entregarse las cartas, además ya que es hombre nadie pones peros respecto a eso-

-Entiendo, pero no quiero levantarme ¿Cómo puedo hacer mi día normal? Si ahora todo es distinto, temo que si salgo y huelo a las personas me dé hambre-

-Es normal que sientas miedo, todo lo que creías saber de tu vida no es del todo cierto, ahora te preguntas que más te han ocultado ¿no es cierto?- yo asentí con la cabeza – eres joven, y siempre vendrá algo nuevo que te haga cambiar la rutina, además no todo en un futuro es cómo crees que será-

-Si eso ya lo noté- suspiré.

-Una cosa más que ayer ya no pude decirte, pues sentía que te había sobrecargado de información, hay datos que necesitas saber sobre los vampiros, mejor dicho sobre ti- yo la miré con mucha atención –pero primero debes comer algo- ella me acercó un pedazo de charola con unos cuantos aperitivos.

-Bien- yo comencé a comer, después de todo era ella la que iba a hablar.

-Los Deus no soportan la luz solar, por eso no cazan de día, sin embargo tú y yo si podemos estar fuera de día, solo que te pesara mucho estar afuera, llegarías a sentirte sofocada y este sentir se intensifica cuando los días son más calurosos, por eso es que no tienes animo de levantarte, pero te acostumbraras con el paso del tiempo. Podrás ver de noche, solo transformada, y con las alas puedes volar y recorrer grandes distancias, además de saltar más alto de lo normal, por las noches será muy difícil que un Deus se meta contigo…-

-Un momento ¿ya puedo salir de noche?-

-Sí y no, que dejes de ser totalmente humana no significa que no sea peligroso estar afuera- yo hice un puchero, ella comenzó a reír, después continuó –no es necesario que mates a nadie para beber sangre, puedes vivir con solo dos litros al mes aproximadamente, pero si quieres estar totalmente fuerte y tener tus habilidades al 100% será un litro por semana. Yo te enseñaré a controlar tu fuerza, tus transformaciones y tu sed; no te puedes transformar solo en la noche o el día, puedes hacerlo cuando te plazca, solo que de día te sentirás un poco más débil-

-¿Ya me puede decir de donde se originaron?-

-Solo te puedo decir cómo los crean, pero primero debes cambiarte y acompañarme afuera, te estaré esperando en el invernadero- la reina se levantó y salió de mi habitación, había un vestido, arreglos para el cabello y zapatillas en los sillones de mi habitación, mi curiosidad por saber más y que ella pueda enseñarme todo, me dio la fuerza necesaria para levantarme; ya veo porque es reina, sabe cómo convencer a los demás. Un momento, ahora que ella está resolviendo mis dudas puedo preguntarle respecto a su hijo, hay muchas historias respecto a él, como ya había dicho antes, nadie se salva de los rumores, y me gustaría saber sobre su padre.

-ߤ�Me vestí y salí hacia el invernadero, pensando un poco, tiene mucho que no he ido a ese lugar, a pesar de que me guste pintar la naturaleza.

-Buenos días princesa- Einar hizo una referencia.

-Buenos días, es extraño encontrarte por aquí-

-La reina Marianne me pidió que le diera acceso-

-Entiendo-

-¿No me guarda rencor cierto?- yo sonreí.

-¿Por qué debería?-

-Por todo lo que pasó ayer, además escuche que no bajó a desayunar con Evan y Jenny como suele hacerlo-

-Sí estoy molesta, pero no tengo por qué estarlo contigo-

-Es un alivio, con permiso- él tomó mi mano, la besó y siguió su camino.

Yo seguí caminado hacia el invernadero, la puerta estaba cerrada pero ya no con llave, entré, no vi a nadie adentro además de mí; seguí buscando y casi tropiezo con la reina Marianne que se encontraba inclinada viendo las flores.

-Disculpe reina Marianne-

-No tienes porque disculparte, no te preocupes-

-Estoy dispuesta a escuchar-

-Hoy terminaremos de hablar de este tema, después si necesitas saber algo más tendrás que ir a mi reino o solicitar mi presencia aquí-

-De acuerdo-

-Por lo tanto los días siguientes hasta tu coronación te ayudaré a lo que ya había dicho antes; a lo que si no te puedo ayudar es a reconciliarte con Jenny y Evan-

-Se me pasara el enojo en un par de días-

-Si todo sale bien nos veremos en un par de semanas en la junta mensual del consejo-

-¿Ya podré estar ahí?-copy right hot novel pub