-Chicos sigo en medio, no pueden ignorarme- al llegar saludé a la reina Marianne y a los reyes, nos sirvieron la comida y me pareció exquisita.

-Reina Iliana quiero presentarte a los reyes del reino Cruasán, padres de la reina Margaret y a su hijo-

-Es un placer-

-El placer es mío querida- me contestó la reina; vaya hoy me han presentado a muchas personas, espero poder recordar sus caras, al menos sus aromas no se me podrán olvidar.

-Ya me pueden decir ¿Qué sucedió hace un momento con el príncipe Frederick?- miré a Einar y al príncipe Aker, uno lo tenía a la derecha y al otro a la izquierda.

-Einar me pidió ayuda con señas, al parecer necesitabas que te salvaran de ese incomodo momento.

-¿Disculpen?-

-Se veía tan incómoda-

-Solo no sabía que decirle, eso es todo ¿ahora son amigos?-

-Podemos aliarnos contra un enemigo en común- dijo el príncipe Aker.

-Bien, iré por dulces, no Einar, está bien, dudo tardar- me dirigí a la mesa de bocadillos, la reina Margaret estaba ahí –reina- le hice una reverencia.

-Reina Iliana-

-¿Me conoce?-

-Claro- el príncipe Aker se acercó a nosotras.

-¿Estas mejor?- él se puso frente a mí.

-No del todo- la reina Margaret abrazó rápidamente a Aker.

-Perdón, Iliana te presento a mi mejor amiga…-

-No es necesario, ya sabe quién soy y viceversa- sonrió la reina Margaret.

-Pero ¿Cómo me conoce?-

-Wow no es necesario que hables conmigo con tanta formalidad- rió un poco y se acomodó sus rizos dorados –Aker me ha contado mucho de ti-

-Solo un poco- miró a la reina Margaret directamente a los ojos.

-¿Cómo qué?-

-Veamos, que ahora tiene una amiga- se acercó a mi oído –vampira- yo la miré a ella y a el príncipe Aker.

-No te asustes, ella lo sabe-

-Discúlpenme, creo que me necesitan- la reina Margaret fue con el rey Montecarlo.

-Quie…-

-Princesa Iliana ¿me concede esta pieza?- el príncipe Frederick interrumpió al príncipe Aker.

-Claro, príncipe Aker, en un momento seguimos hablando- le di mi mano al príncipe Frederick; bailamos una canción en total silencio, no lo hacía nada mal, en la siguiente canción me di cuenta que estábamos demasiado lejos de donde comenzamos a bailar.

-La noto un tanto incomoda- dijo el príncipe Frederick.

-¿Puedo ser franca con usted y no se enoja?-

-Claro princesa, soy todo oídos-

-No me gustó su carta, me pareció muy empalagosa, además de tener una mala calidad, está tratando de conquistarme, y creo que es solo por mi reino, la canción que me compuso es hermosa, pero tiene fragmentos de otras canciones existentes, no lo conozco bien, ni usted a mí, no está siendo sincero conmigo, me halaga al estarme pretendiendo, pero detesto que me mientan más que nada, y usted lo hizo más de una vez-

-¿Le dijo algo de mí el príncipe de Lilium? Porque si ese es el caso-

-No, solo ha demostrado que usted no es de su agrado-

-Estoy seguro de que él quiere su reino, por eso me difama- comenzó a exaltarse.

-No, escúcheme-

-Dígame que le ha dicho de mí y puedo aclararle las cosas-

-No me está poniendo atención, yo le dije que…-

-Príncipe Frederick, estoy tan triste de que su padre no haya podido asistir- oh no, puedo reconocer esa voz en cualquier lado –Princesa Iliana ¿Dónde está su guardia Evan? Siempre viaja con usted ¿Qué? Disculpen ¿interrumpí algo?-

-Sí- me acerque al príncipe Frederick y le susurre- no hay mucho que explicar, no estoy loca, la canción me parecía conocida y lo descubrí por mi cuenta, no soy tonta, sé que no va enserio conmigo, no piensa en mí en un aspecto romántico, por las palabras y sus acciones- después me dirigí a ambos- ahora los dejo, con permiso- hice una reverencia y emprendí mi huida, el rey Kevin me tomó del hombro.

-Principe, no debería de meterse con un desorden como la princesa Iliana, oh perdón, reina, a veces se me olvida que lo es, pues no actúa como una- el rey kevin acercó su boca a mi oreja –no me sorprende que el único pretendiente que has tenido ha sido solo el príncipe Frederick, en vez de rechazarlo deberías hacerlo tu esposo, deberías sentirte honrada al ser pretendida por semejante hombre- estaba demasiado cerca, podía oler su sangre, pero no me parecía deliciosa, sentí un dolor inmenso en mi estómago, continué con mi camino, hasta que el rey Kevin me soltó, por más que lo intenté no pude contener mi llanto, mis lágrimas resbalaron por mis mejillas, por suerte ya nadie podía verme, pues me dirigí al jardín, habían un par de árboles y un pequeño quiosco al centro , me temblaban las manos, me sentía igual que cuando fue la junta, sus palabras volvieron a escucharse en mi cabeza, recordé el momento, aun faltaba para que atardeciera, no había nadie en el jardín y golpee algunos arbustos con mi abanico.

-Basta, tranquila- él príncipe Aker estaba conmigo en el jardín, tomó mi abanico para que no siguiera golpeando los arbustos, me quité los guantes y los tiré al piso con mucha irá –¡ya basta! Te estás transformando- el príncipe Aker puso mi cara en su pecho y me rodeo con sus brazos, se quedó así hasta que me tranquilice.

-Perdón, lo arruine-

-¿Qué arruinaste? No te preocupes por tu apariencia-

-Tal vez arruine a mi reino-

-¿Por qué lo dices?-

-Por lo que pasó con los Deus ¿lo arruiné?-

-Podrías hacer el ridículo, pero nunca arruinar algo- yo comencé a reír.

-¿Cómo sabía que estaba aquí?-

-No lo sabía-

-¿Entonces?-

-Necesitaba aire, me estaba sofocando ahí adentro-

-¿Por qué?-

-Es algo personal-

-¿Es sobre la reina Margaret?-

-Es por otra cosa- tenía ganas de continuar preguntando pero percibí el aroma de alguien, voltee a ver y parecía ser la hermana mayor del principe Frederick.

-Creo que deberíamos volver, las personas podrían malinterpretar…- el príncipe Aker no me dejó terminar, me tomó de los hombros y me besó, no supe cómo reaccionar.copy right hot novel pub