—¡Propuesta! ¡Propuesta!
—¡Sr. Marc, propongale matrimonio a Noelia!
Todo el mundo no paraba de gritar y animar, y todo el set de grabación estaba rodeado de los gritos del elenco.
Sin embargo, Marc se limitó a sacar lentamente su certificado de matrimonio:
—Ya estamos casados.
«Ahora que estámos listos para hacerlo público hoy, ¿por qué no mostrarles el certificado de matrimonio a ellos?».
Este movimiento hizo que todos se sorprendieran. Inesperadamente, ellos ya eran un matrimonio...
—¡Dios mío!, ¿ya se casaron?
—¡Guau, qué sorpresa!, afortunadamente no intimidamos a Noelia, de lo contrario, tendríamos que pagarlo caro!
—¡Sra. Presidenta!
—Incluso algunos periodistas dijeron que era imposible que el Sr. Marc se fuera a casar con Noelia. Parece que se equivocaron.
«¿Periodistas?».
La expresión de Marc era llamativa. Hizo público su matrimonio en un pequeño círculo, principalmente para decírselo a la familia Santos. Ahora, era el momento de decírselo al mundo.
—Bartolomeo, invité a todo el elenco a una cena, ahora me llevaré a Noelia.
—¡Gracias, Sr. Marc!
Todo el elenco se alegró, por supuesto que irían a la cena que el presidente de Halo Entretenimiento les había invitado.
Más tarde, Noelia tomó la iniciativa de dar las gracias a Javi:
—Javi, gracias por tus cuidados durante este tiempo, guardaré como un tesoro el libro que me entregaste.
—Es bueno que pueda ayudarte, ya habrá otras oportunidades de cooperación en el futuro. —Javi sonrió.
—¡Me esforzaré al máximo!
Para volver a actuar con un mejor actor como él, Noelia tenía que trabajar más.
—Les deseo a usted y al Sr. Marc un feliz matrimonio.
—Gracias...
Noelia aprendió mucho en el reparto. A partir de ese día, quiso utilizar su mejor desempeño para hacer un trabajo tan bueno como el de la señora Navarro.
***
Después de que Noelia se fuera, el abuelo Arturo había estado pensando dentro de su estudio.
Melisa absolutamente no aceptaría a Noelia, entonces ¿a quién puede poner a cargo la familia Santos?
Llamaron a la puerta, y Melisa trajo un taza de café negro consigo y entró. Sus ojos estaban rojos: —Abuelo, descansa.
—Aah... —El Abuelo Arturo suspiró. «Después de hoy, ¿cómo voy a poder descansar?».copy right hot novel pub