-¡¿Quéééé?!- cuando Yadira escuchó lo que dijo, sus piernas se debilitaron del miedo.
-¡No soy capaz de hacerlo!-
Por mucho que estuviera resentida con este hombre, ella valoraba su vida.
Aunque su nacimiento no había sido más que el resultado de un embarazo no deseado por parte de sus padres, Henrico y Salia, y todos estos años en casa fue utilizada como la sirvienta personal de Perla, aún así ella luchaba por mantenerse con vida.
Ella no entendía por qué Fidelio podía tomar esa decisión tan a la ligera, en una situación de vida o muerte, por lo que no aceptaría su petición..
Fidelio arqueó sus cejas y dijo, -Será que deseas mucho ¨acompañarme¨...-
El tono en su voz seguía siendo indiferente, pero había un rastro de firmeza incuestionable en sus palabras.
Yadira se palideció al escucharlo y sin más remedio, fue a buscar las cosas que pidió.
Ella sentía que desde el momento en que ingresó a la familia Dominguez, su vida se había destrozado irreparablemente, así que ¿destrozarlo un poco más, en qué le afectaría?
Incluso pensó que si ¨Fidelio¨ moría mientras ella le sacaba la bala, no era tan malo ¨acompañar por la eternidad¨ a alguien tan guapo.
...
Yadira se esforzó por mantener la compostura, pero no pudo evitar que le temblaran un poco las manos.
Utilizó la cuchilla para pelar la carne en el borde de su herida, sin dejar de vigilar a Fidelio.
Ella se dio cuenta de que él reaccionaba particularmente bien, salvo por su tez pálida y algunas gotas de sudor en su frente, su ceño solo estaba ligeramente fruncido.
Lo que no era normal era que ¨Fidelio¨ no aparataba su vista de ella. Ella podía sentir que él, ahora estaba débil, pero su mirada se sentía como una sustancia que la abrasaba por dentro.
Yadira no podía soportar que él se le quedara mirando y dijo, -Deja de verme.
En realidad, ¨Fidelio¨ no estaba tan tranquilo como parecía, la herida le dolía y perdió tanta sangre que estaba a punto de perder el conocimiento. Sin embargo, cuando él miraba a Yadira, su dolor se aliviaba milagrosamente.
-No hay necesidad que estés tan nerviosa. Yo no moriré, confío en ti.- la voz de ¨Fidelio¨ era suave y tenue, pero llena de seguridad.copy right hot novel pub