Modo oscuro
Idioma arrow_icon

Matrimonio de primera

Capítulo 718: Muestra algo de respeto

Yadira permaneció en silencio durante un largo rato, el ambiente entre ellos se volvió cada vez más extraño.

Estaban sentados juntos pero cada quien tenía su propio pensamiento. Al decir esto, Mariano también quiso decir que acababa de ver a Miguel charlando con Yadira.

Yadira se molestó un poco, pues pensó que había planeado todo a la perfección, sin esperar que Mariano se diera cuenta de todo esto.

Yadira respiró hondo, se giró y bajó la voz para preguntarle a Mariano:

—¿Por qué siempre estás en contra de Delfino? ¿Qué tienes contra él? ¿Acaso le tienes rencor?.

El rostro de Mariano se ensombreció, pero pronto reveló una sonrisa maligna:

—Esto es entre él y yo. ¿Por qué te importa? Ya has roto con él, ¿no?

—Sí, pero siempre será el padre de Raquel. —Yadira miró a Mariano con expresión seria. Nunca olvidaría lo que Mariano le había hecho a Raquel.

Se prometió a sí misma que Mariano pagaría el precio de sus actos. ¿Cómo podía Mariano no saber lo que pensaba Yadira? Ya estaba acostumbrado a su indisimulado asco y odio hacia él.

Sonrió sin responder directamente a la pregunta de Yadira. En su lugar, preguntó:

—¿Quieres quedarte con la custodia de Raquel?

Yadira sabía que una vez que todo terminara entre ella y Delfino, definitivamente pelearían por la custodia de Raquel. Siempre había pensado en esto, pero al oír a Mariano mencionarlo, se dio cuenta de que aún se sentía herida.

¿Estaban condenados a estar así? Ella no tenía una familia feliz y armoniosa, tampoco Delfino. ¿Pero no podía su hija tener una buena familia?

Al ver que Yadira se callaba, Mariano no presionó sino que susurró:

—Si quieres, puedo ayudarte.

—No necesito tu ayuda. Es asunto mío y no tiene nada que ver con Delfino, y mucho menos contigo. —Yadira lo miró con molestia.

En realidad, no podía decirlo así porque se lo debía, pues fue Mariano quien la salvó.

—Si necesitas algo, acude a mí cuando quieras. —Mariano se levantó, se acomodó el traje y se fue.

Yadira apretó la copa de vino hasta que se le blanquearon los nudillos.

Luego se levantó y se dirigió al baño, pero por casualidad se encontró con Ximena allí.

Ximena estaba de pie frente al espejo para retocarse. Al ver entrar a Yadira, la miró por el espejo y le dijo con voz arrogante:

—Realmente estás en todas partes, siempre vas a donde va Delfino.

Yadira abrió el grifo y dijo despacio:

—¿Este acto benéfico lo organiza Delfino?

—Solo puedes discutir y encontrar excusas. Dime ¿qué más puedes hacer? —Ximena guardó su lápiz de labios y se volvió para mirar a Yadira.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio