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Matrimonio de primera

Capítulo 745: Todo sería en vano

Era tarde en la noche.

Delfino se quedó en el estudio desde que Yadira se fue. No salió de la habitación, ni leyó los archivos.

Yadira estaba muy decidida, por lo que él creía que ella podría encontrar una manera de ganar el caso. Incluso si no podía encontrarla por sí misma, él la ayudaría.

—¡Buzz! —Llegó el zumbido del celular

Su teléfono móvil volvió a vibrar, era otra llamada después de muchas.

Delfino cogió el teléfono y vio que era Apolo. Respondió a la llamada, frunciendo el ceño.

—¿Qué pasa? ¿Por qué no has respondido a mis llamadas? No sé dónde estás y no puedo comunicarme contigo por teléfono. ¿Qué planeas hacer? —Apolo comenzó a quejarse una vez que estuvo en la línea.

Sin embargo, terminó de quejarse ante el silencio de Delfino y sonó un poco más calmado cuando volvió a hablar:

—De todos modos, te llamo para un asunto de importante.

—Te escucho. —Dijo Delfino con calma, sin el menor rastro de enfado.

Apolo se sorprendió ante la respuesta tranquila de Delfino.

Tenía razón en lo de que Delfino se estaba volviendo más raro.

Apolo reflexionó un momento y dijo:

—Cerilo me ha dicho que quieres pelear con Yadira por la custodia de Raquel, ¿es así?

Delfino no respondió. Sabía que Apolo había llamado para hablar de algo más importante, así que dejó que Apolo terminara su frase.

—¿Sabes quién representa a Yadira? —Apolo se detuvo un momento, esperando que Delfino le preguntara.

Sin embargo, Delfino permaneció en silencio, así que Apolo tuvo que dar la respuesta por él mismo:

—¡Miguel Maroto, el hijo de Franco Maroto!

—¿Quién? ¿Miguel Maroto? —Delfino finalmente se mostró un poco interesado. Había investigado a Franco Maroto, así que ciertamente sabía que él tenía un hijo biológico llamado Miguel.

—¡Sí! Miguel y Cerilo eran antiguos compañeros cuando estaban en el País M., ambos se conocían. Esta noche hemos ido a cenar al Club Dorado y hemos visto a Yadira y a Raquel cenando con Miguel. — Apolo contó la historia con todo detalle.

Había frialdad en el tono de Delfino:

—¿De verdad?

Apolo pudo notar el ligero cambio en su tono, pero eso no probaba nada.

—Bien. He estado muy ocupado últimamente. ¿Cuándo te vas a casar? No pienso asistir a tu boda con esa Ximena Ibáñez. —Dijo Apolo en voz alta, sonando algo frustrado.

Delfino se mostró indiferente:

—Buenas noticias para Xulio. Menos cartas de invitación que preparar.

Apolo se quedó sin palabras durante un rato.copy right hot novel pub

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