El lugar donde vivía Yadira, el Grupo Dominguez y Delfino estaban en el mismo camino. Por lo que era normal que Xulio hiciera esa petición.
Yadira no se lo pensó demasiado, asintiendo directamente:
—De acuerdo.
Conocía a Xulio desde hacía varios años. Confiaba en él porque le parecía que siempre era recto y tranquilo.
Xulio bajó la mirada para disimular el sentimiento de culpa en sus ojos y dijo:
—Gracias, señora Yadira.
—De nada. El otro día me puse enferma en casa, y si no fuera por usted y su esposa... —Yadira se volvió para mirar a Raquel, interrumpiendo. No quería que la niña supiera lo que había pasado. Si no fuera por Xulio y Violeta, podría haber muerto en casa.
Para evitar malentendidos, Xulio asintió sin decir nada más. Abrió la puerta del coche y se subió al asiento del conductor.
Yadira llevó a Raquel al asiento trasero y le dio la llave del coche a Xulio.
Cuando llegaron a la puerta de la casa de Yadira, ésta se bajó del coche con Raquel y Xulio se fue en su coche.
Cuando salieron del coche, se encontraron con Maximiliano, que fue a comprar a una tienda.
Maximiliano no parecía salir mucho. Iba a comprar a tiendas de conveniencia en lugar de a supermercados.
Yadira recordó que Maximiliano se acercó a ella el otro día, así que le señaló y le preguntó a Raquel:
—¿Te acuerdas de quién es? Llámalo en voz alta a ver si te contesta.
—Si me acuerdo. —Raquel se llevó las manos a la boca e hizo una trompeta, gritando—. ¡¡Tío Maximiliano!!
Maximiliano volteóa mirar bruscamente por encima del hombro y se quedó mirando a la madre y a la hija durante unos segundos. Apartó la mirada y cogió una paleta, señalando a Raquel.
Raquel comprendió inmediatamente. Se volvió para sonreír a Yadira:
—¡El tío Maximiliano quiere que coja la paleta!
Al sentir que Raquel la arrastraba hacia Maximiliano, a Yadira le empezó a preocupar que la niña se dejara engañar por los dulces, así que echó deliberadamente un jarro de agua fría a su entusiasmo.
—Quizá te esté tomando el pelo.
Raquel no se dejó engañar por Yadira, por lo que dijo con mucha seguridad:
—¡No! ¡El tío Maximiliano no es un mentiroso!
Yadira se sorprendió.copy right hot novel pub