La conversación entre Yadira y Raquel no llegó a ninguna parte. Yadira no consiguió su objetivo, ni dijo lo que quería decir.

Dar malas noticias a los niños no podía ser fácil. Eran propensos a creer lo que se les decía, y eran vulnerables a las malas influencias.

***

Al día siguiente, Yadira planeaba reunirse con Miguel después de dejar a Raquel en la guardería.

Ahora que ya habían presentado una demanda, Delfino recibiría la citación judicial en unos días.

Lo que ella y Miguel tenían que hacer ahora era encontrar pruebas sólidas y ganar el juicio.

Después de ver a Raquel entrar en la guardería, Yadira volvió al coche. Justo cuando se sentó en el coche, escuchó un sonido de notificación que provenía de su teléfono. Yadira sacó su teléfono mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.

Justo cuando estaba a punto de borrar las notificaciones, se detuvo de repente al ver un titular.

—Noela García sufrió un accidente en el evento de ayer...

«¿Noela se lastimó?». Yadira se apresuró a pulsar la noticia y a leer.

Solo había unas pocas imágenes con palabras mal intencionadas, así que Yadira marcó directamente el número de Noela.

El teléfono sonó durante mucho tiempo pero nadie respondió. Yadira colgó el teléfono y envió un mensaje de texto a Noela. —Las noticias dicen que estás herida. ¿Qué ha pasado? ¿Estás realmente herida?

Noela respondió rápidamente:

—Estoy bien. Solo es un pequeño rasguño.

—¿De verdad? —Aunque los medios de comunicación eran propensos a exagerar las cosas, Yadira estaba un poco preocupada.

Noela respondió:

—Sí, estoy bien. No te preocupes.

Yadira no la creyó y le envió otro mensaje:

—Entonces, ¿por qué no has contestado a mi llamada?

Noela no respondió. Entonces, Yadira envió otro mensaje: —¿En qué hospital estás? Envíame la dirección. ¡Rápido!

Al cabo de un rato, Noela le envió la dirección del hospital.

Yadira miró la dirección del hospital y suspiró ligeramente, pues sabía que Noela le estaba mintiendo.

Aunque Noela parecía sencilla y descuidada, en realidad era muy considerada. Cuando le ocurría algo de verdad, no le gustaba decírselo a nadie, pues temía que los demás se preocuparan por ella.

Yadira condujo hasta el hospital donde estaba Noela.

Noela estaba en una sala VIP y había dos guardaespaldas en la puerta. Afortunadamente, el agente de Noela estaba allí y reconoció a Yadira inmediatamente.

Cuando vio ésta la vio, la saludó:

—Hola, señorita Yadira.copy right hot novel pub