Yadira estuvo sentada en silencio en el sofá durante un largo rato, y su mirada se posó directamente en el teléfono que había sobre la mesita.
Yadira apretó las manos que tenía apoyadas en el regazo, y luego las aflojó. Finalmente extendió la mano para coger el teléfono.
Inconscientemente, añadió el número de teléfono que le era familiar.
Yadira dudó durante mucho tiempo. Puso el dedo en la pantalla, pero no marcó.
Yadira pensó mucho. La escena de Delfino y Ximena juntos y el asunto de Delfino echándola...
¿Pero qué pasa con Raquel? Si dudaba ahora, Raquel viviría bajo el mismo techo que Ximena en el futuro. Yadira sacudió la cabeza inconscientemente. No podía poner a Raquel en peligro.
Yadira respiró hondo, se decidió y marcó el número de teléfono de Delfino.
Yadira apretó los labios y esperó a que el teléfono se conectara. Después de conectar, sonó varias veces antes de que la persona al otro lado cogiera el teléfono.
La profunda voz de Delfino salió del teléfono:
—¿Qué pasa?
Su voz era fría, sin un rastro de exceso de emoción.
Yadira se calmó y dijo:
—Quiero hablar contigo.
—¿De qué tenemos que hablar? ¿No deberías estar ahora intentando reunir pruebas para ganar el juicio? —el tono de Delfino era frío y sin emoción.
—De lo que quiero hablar contigo es del pleito.
—¿Quién te crees que eres? ¿Por qué tengo que hablar contigo?
Yadira reprimió el malestar en su corazón y dijo con firmeza:
—Porque soy la madre de Raquel.
Tras un momento de silencio, Delfino dijo:
—De acuerdo, hablaré contigo.
—Ve al Club Dorado mañana a las ocho de la tarde —Yadira dijo la dirección y la hora, y luego colgó.
Yadira se estiró el pelo y respiró profundamente. Luego cogió el teléfono y marcó otro número: —Miguel, ayúdame a encontrar drogas.
***
A las ocho de la tarde, en el Club Dorado.
Yadira reservó sala privada con antelación. Los platos ya estaban en la mesa y el vino se había servido.
Ya eran las ocho, pero Delfino seguía sin aparecer. Justo cuando Yadira pensaba que Delfino había cambiado de opinión y no vendría, la puerta se abrió desde fuera.
Delfino entró desde fuera y sólo miró a Yadira antes de sentarse frente a ella.
Como de costumbre, Delfino llevaba un traje.copy right hot novel pub