A las doce del mediodía, Yadira seguía en el despacho escuchando el análisis de Xulio de esos documentos. Xulio le dijo qué propuestas podían ser aprobadas, cuáles eran viables y cuáles debían ser rechazadas.
Yadira escuchó atentamente y de repente le dijo a este:
—Estás desaprovechado como asistente. Quiero contratarte como gerente profesional. ¿Qué te parece?
Cuando Xulio escuchó esto, sólo sonrió. En ese momento, sonó el teléfono de Yadira. Esta echó un vistazo y vio el identificador de llamadas. Entrecerró los ojos ligeramente y dejó que su teléfono sonara pero no contestó.
—¿Qué quiere comer, Presidente Yadira? ¿Comer fuera o pedir comida para llevar? —Xulio se levantó.
Después de que la llamada colgara automáticamente, la persona volvió a llamar.
—No hay necesidad de pedir comida para llevar —cuando Yadira terminó de hablar, contestó al teléfono.
La voz de Cristóbal sonó al otro lado del teléfono:
—Yadira.
Yadira lo puso en el altavoz, se apoyó en el respaldo de la silla y contestó con pereza al teléfono: —Estaba ocupada hace un momento.
No le preguntó a Cristóbal y esperó a que él tomara la iniciativa para hablar. En realidad, aunque Cristóbal no dijera nada, ella podía adivinarlo. Cristóbal y Salia deberían tener la misma intención.
—Entonces no has comido todavía, ¿verdad? Sal y come conmigo —Cristóbal sonaba amable y relajado.
Yadira no se negó:
—De acuerdo —resultaba que quería saber algo sobre Perla.
Tras colgar el teléfono, Yadira miró a Xulio y le dijo:
—Voy a salir a comer.
Justo ahora, Yadira contestó el teléfono sin evitar a Xulio, y este último había estado de guardia al lado y no se fue.
Xulio asintió ligeramente, indicando que lo entendía.
El lugar donde Cristóbal invitó a Yadira a comer era un restaurante no muy lejos del Grupo Dominguez. Era casi la una de la tarde y ya había pasado la hora punta. No había mucha gente en el restaurante.
En la recámara privada, Yadira y Cristóbal se sentaron frente a frente.copy right hot novel pub