Yadira respondió, con cara de indiferencia:
—Bueno.
Al ver esto, Cristóbal se calló un momento y le preguntó:
—¿Quieres ver a Perla?
Cristóbal sabía lo que Perla le había hecho a Yadira, así que cuando hizo esa pregunta, se sintió avergonzado.
Yadira sonrió, con cara de querer ver la diversión, y dijo:
—De acuerdo.
Cristóbal se quedó atónito por un momento antes de asentir avergonzado.
Cuando Yadira terminó su última reunión, ya eran las ocho de la tarde.
Volvió a su despacho y vio una gran pila de papeles sobre su mesa. Yadira hojeó esos documentos y se volvió para mirar a Xulio:
—¿Cuándo crees que podré terminar de leerlos?
Xulio bajó la cabeza y dijo:
—Presidenta Yadira, no tiene que desanimarse. Puede manejar todo lo que pueda.
—¿Todavía no hay noticias de Delfino? —Yadira suspiró. Se recostó en su silla y giró inconscientemente.
Xulio negó con la cabeza:
—No.
—Tengo algo que hacer esta noche. Tengo que salir del trabajo ahora. Cuando Yadira terminó de hablar, se levantó, recogió su abrigo y salió.
—Presidenta Yadira... —Xulio la llamó desde atrás.
—Tú también deberías salir temprano del trabajo —Yadira le hizo un gesto con la mano a Xulio sin mirar atrás, y luego abrió la puerta y salió.
Xulio se quedó en su mesa y vio cómo se cerraba la puerta del despacho. Se dio la vuelta para mirar los documentos que había sobre el escritorio con una expresión complicada.
Yadira se puso en contacto con Noela por adelantado y le dijo que iría al hospital a ver a Perla. Cuando bajó, el coche de Noela había llegado al edificio del Grupo Dominguez.
Noela acababa de terminar su trabajo y se recostó en el asiento con expresión de cansancio. Cuando vio a Yadira entrar en el coche, una sonrisa apareció en sus ojos:
—Hola.
Yadira no estaba mucho mejor que Noela. Tenía reuniones todo el día y leía muchos documentos, la mayoría de los cuales no podía entender.copy right hot novel pub