—Creo que fuiste muy grosera con esas chicas. Mi papá no tolera ese tipo de comportamientos en esta casa.
—Tu padre sabe que no nací para obedecerlo, sino para que me obedezcan.
—No en esta casa. Toda tuya. Le señalo la cama terminada.
La albina la observo salir de la habitación, y la irrito la idea de que nadie la respetaría como lo que era un Alfa. Por el momento tendría que acostumbrarse a que seguía a otro líder. Pero eso no sería por mucho tiempo. Vio la cama recién hecha y toco la suavidad de las sabanas, suspiro, extrañaba su casa en lo más profundo de su alma. No quería estar allí. Una lagrima rodo por su mejilla, pero esta se la limpio enseguida. No quería estar vulnerable, debía ser fuerte por su pueblo o lo que quedaba de él.
—Muy bien chicas creo que será mejor que suban a su habitación, mañana tendremos tiempo de hablar del porque están aquí. Hablo Marcus. Las chicas miraron a Ethan.
—Vayan a descansar. Les dijo el joven.
—Lamento si te causamos problemas Ethan, es lo que menos queremos en serio. Le susurro Shery, pero él sabía que su padre podía oírlos.
—Está bien, yo me encargo. Le dedico una sonrisa cálida.
Ella pareció calmarse y al final tomo las manos de su hermana. Se detuvieron frente a Marcus un segundo.
—Disculpe las molestias señor. Dijo apenada Shery. —Buenas noches.
—Buenas noches señoritas. Ellas subieron de prisa y Marcus observo a su hijo serio.
—Muy bien hablemos.
JB capto que ya era hora de irse para que padre e hijo. Se despidió respetuosamente de ambos y se marcho. Ethan tomo asiento y Marcus lo imito. Le relato todo lo que estaba pasando, desde que encontró a Shery golpeada y casi muriendo hasta que las llevo a la casa. Le hablo de los lobos y de mal que olía la casa de las chicas. Su padre estaba serio sin decir una palabra. Cuando el joven termino de contarle la historia se dispuso a responder.
—¿Te gusta esa chica?
—Ella es mi luna padre.copy right hot novel pub