Jairo condujo a Doria a un despacho y le mostró el lugar,
—Señorita Doria, aquí es el despacho del presidente y todo el archivo está colocado allí.
Doria lo miró,
—No me gusta este diseño. ¿Se puede cambiar hoy mismo?
Jairo no esperaba que ella dijera eso y se congeló antes de decir,
—¿...Hoy?
Eliseo dijo,
—Si crees que el tiempo es demasiado poco, puedo darle una solución.
Jairo preguntó con curiosidad,
—¿Qué solución sería esa?
—Puedes pedirle consejo al Señor Édgar, él es muy capaz de resolver estos asuntos.
Jairo pensó, «¿Cómo puede atreverse a amenazarme este tipejo? »
Se limitó a limpiarse el sudor de la frente y no habló por un momento.
Hoy quiso dar una disuasión a Doria, pero fracasó.
Ella quería redecorar el despacho, lo que significaba que sustituiría al presidente. Su ambición era demasiado grande.
Jairo pensó en ese momento que pedir a Doria hacerse cargo del Grupo Collazo no parecía ser una decisión acertada.
Como no obtuvo una respuesta, Doria preguntó,
—¿El señor Jairo cree que hay algún inconveniente?
Eliseo también lo miró.
Jairo inmediatamente respondió con firmeza,
—Claro que no. Voy a prepararlo ahora mismo y definitivamente lo terminaré aunque tenga que trabajar horas extras esta noche.
Doria asintió y dijo,
—Por favor, pide a alguien que se lleve estos archivos a la sala de reuniones.
—Sí.
Luego Jairo miró a los dos hombres que le acompañaban. Estos lo comprendieron de inmediato, así que uno fue a buscar la información, mientras que el otro fue a redecorar la oficina.
Jairo añadió,
—La sala de reuniones está por aquí, señorita Doria.
Después de que Doria y Eliseo avanzaron, Jairo llamó a otro asistente y le susurró unas palabras antes de ordenar,
—¡Vete ya!
El asistente se marchó a toda prisa.
Apenas Doria entró en la sala, se le entregaron los archivos. Ella miró la sala vacía, y posó su mirada en la hora, ya eran las nueve y cuarenta.
No importaba si la gente de Jairo venía o no. Ella había dicho que si ausentaban o llegaba tarde, ellos se harían responsables de pagar a los trabajadores.
Lo que le preocupaba ahora eran los ejecutivos que habían salido de Grupo Collazo.
Doria suspiró, muy nerviosa.
Eliseo se sentaba a su lado y empezó a revisar los archivos.copy right hot novel pub