En un sitio frente al Grupo Collazo, Alex reconoció a Gonzalo a lo lejos y preguntó a su subordinado:
—¿Qué has investigado sobre él anoche?
Su subordinado respondió:
—Anoche, él envió a su hija a una academia de baile. He preguntado a los profesores del lugar y me han dicho que anoche estuvo esperando fuera del aula sin salir.
—¿Hay alguna cámara de vigilancia?
Su subordinado negó con la cabeza:
—Los profesores de la academia dijeron que la cámara de vigilancia se había dañado hace varios días. Como tenían muchas cosas de las que ocuparse recientemente, no tuvieron tiempo de repararla.
Tras un rato de silencio, Alex dijo:
—Organiza a algunos hombres para que lo sigan. Tengan cuidado, que no los descubra.
—De acuerdo.
—¿Dónde está Édgar?
—El Sr. Édgar está...
Alex se frotó el entrecejo y dijo:
—No importa. Ve al Grupo Santángel.
***
Al mismo tiempo... en el Grupo Santángel.
Una mujer se arrodilló en el suelo con las palabras miedo y pánico escritos en su cara:
—No sé nada. El fuego era muy grande en ese momento y no pude encontrar a mi hijo. Solo quería que alguien me ayudara a encontrar a mi hijo. Yo...
Édgar arrojó un documento frente a ella con frialdad en su rostro. No dijo nada, pero su cuerpo estaba envuelta por un aura asesina.
Temblando, la mujer volteó el documento con ambas manos. Entonces vió su identidad y el domicilio que figuraba en el documento. Su rostro palideció inmediatamente.
Édgar dijo con voz fría:
—Solo tienes una oportunidad. No quiero oír tus mentiras.
La mujer lo miró, de pronto sintió que su corazón se congelaba por el miedo. Entonces, no se atrevió a ocultar más la verdad y hablo tartamudeando:
—Yo... yo... yo soy una extra en películas. Un hombre me encontró hace varios días, requiriendo mi actuación, y prometió pagarme dos mil cuatrocientos euros.copy right hot novel pub