En el aeropuerto de la ciudad Sur.

Sacando su móvil, Édgar estaba saliendo hacia fuera.

Vicente Laguna lo seguía. Después de una llamada, lo alcanzó y dijo en voz baja, —Gerente Édgar, esta noche la señorita Aitana ha estado en el estudio de la señora Dora.

Édgar frunció el ceño y le preguntó fríamente, —¿Qué ha hecho?

—La señorita Aitana ha ido ahí acompañada del personal de la familia Santángel. Parece que quería disputar con la señora Doria. Pero…

—Dime —Édgar se detuvo y le lanzó un vistazo.

—Justamente el señor Stefano apareció, se lo impidió a la señorita Aitana y resolvió el problema.

Édgar se sintió un poco inquieto, queriendo decir algo. En ese momento, le llegaron unos mensajes.

El último había sido enviado por Alex hacía media hora.

En la foto, Doria y Stefano estaban hablándose juntos en un restaurante. Estaban tan felices como si no existieran los demás.

Édgar empuñó el móvil muy fuerte.

Vicente le dijo, —¿Señor Édgar?

—Volvemos a la familia Santángel.

—Sí.

En el coche, Édgar seguía mirando fuera de la ventana. Después de un rato, preguntó, —¿Ya tiene resultado lo que te he hecho averiguar?

—Sí. Aunque casi toda la prueba ha sido eliminada por señora Agustina, he encontrado a la persona que llamó la ambulancia en aquel entonces y dijo que señora Doria se cayó de la escalera del centro comercial. Y también vio que señora Doria estaba sola en ese momento. Por eso, no se sabe si señora Doria se cayó por accidente o fue empujada por alguien. Pero esa noche también fue la misma noche cuando señorita Aitana se fue del país. Creo que…

Édgar no dijo nada y se mostró odio en su cara.

Media hora después, el coche entró por la puerta y paró junto al jardín.

Al escuchar que Édgar ya volvió, Saúl se quedó descontento y se dijo, —Uf, ¿para qué regresa otra vez?

Desde que Doria había tenido un accidente, viendo que ya se perdió la esperanza, Saúl dejó de mantener la paternidad alerta con Édgar.copy right hot novel pub