—No, nada —Valeria estaba tan nerviosa que tartamudeaba y escondió la caja detrás de ella—. Es el mismo que el tuyo. Ay, me duele la tripa, con permiso, tengo que ir al baño.
Dicho esto, Valeria se fue corriendo a esconderse al baño.
Valeria se sentó sobre el váter y volvió a abrir con cuidado la caja. A diferencia de los pañuelos de sus compañeras, en la suya había un manojo de llaves.
Valeria cogió la llave y, antes de que pudiera recuperarse del susto, escuchó vibrar el teléfono del bolso. Era un mensaje del “Acreedor de 500 euros”.
“Acreedor de 500 euros” era el nombre que había puesto para Aitor. Quién hubiera pensado que el acreedor llegó a ser su esposo en tan solo un día.
Valeria desbloqueó el móvil y vio que Aitor le había enviado una dirección, que era una de las urbanizaciones más lujosas de la ciudad.
Dirección y llaves.
Valeria lo entendió de inmediato. Aitor quería que se mudara con él de verdad.
La idea de Aitor era normal. Ahora eran un matrimonio y deberían vivir juntos.
Valeria metió la llave en el bolso y cambió el apodo para Aitor en el teléfono a “esposo” tras dudarlo un momento.
Esposo, no marido, las dos palabras representaban la relación matrimonial. Pero la primera tenía un significado más distante, como su relación.
Después de salir del baño, regresó a la revista con Lola y los demás.copy right hot novel pub