Vicente no habló.
Al ver que Vicente se quedó silencio, el corazón de Diana se llenó de desesperación.
—¿Qué tiene de bueno? Todos la quieren, todos la ayudan, ¡están todos ciegos! Bien, hoy moriré con ella, y quiero que todos ustedes vivan con remordimientos y dolor por el resto de sus vidas —con eso, estaba a punto de tirar de Valeria hacia abajo con ella y saltar.
—¡Para! —gritó Aitor con severidad, entrando en pánico al ver que Valeria ya estaba arrastrada por Diana. Odiaba en secreto a Vicente por no poder hacer lo que quería.
Se dirigió a Diana y habló:
—Diana, puedes mantenerme como rehén mientras intercambio a Valeria.
La multitud miró a Aitor sorprendida por sus palabras, sin poder creer lo que acababan de escuchar.
—¡Señor! — acobo escuchó las palabras de Aitor y se apresuró a hablar para intentar detener a Aitor.
Aunque estaba preocupada por su señora, pedirle a Aitor que se intercambiara con Valeria no era realmente una opción viable.
¿Y si su señor estuviera en peligro?
Aitor miró a Jacobo y le hizo un gesto para que mantuviera la boca cerrada.
—¿Qué quieres decir con que estás dispuesto a intercambiarte con Valeria?— Diana no pudo creer lo que estaba oyendo por un momento, y sus manos dieron un bandazo, y dejó de empujar a Valeria hacia abajo.
—Soy el presidente del Grupo Lustre y el segundo nieto menor de la familia Cabrera, y valgo mucho más que Valeria. Después de tomarme como rehén, puedes pedir a la familia Cabrera y al Grupo Lustre lo que quieras, y puedes confiar en mí, no te lo engañaré.
—Y, como acabas de decir, me odias y soy yo quien te ha metido en este lío. Lo que pasó con el Grupo Pinto y con tu madre fue todo obra mía, y no tiene nada que ver con Valeria.
Aitor habló mientras empujaba su silla de ruedas lentamente hacia Diana.
Al ver que Diana ya no estaba tan agitada, Aitor le susurró entonces:
—Voy a cambiar a Valeria, y cuando llegue el momento, puedes tomar todas las represalias que quieras contra mí, o incluso tirarme de este edificio. Como puedes ver, soy incapaz de resistirte con mis piernas discapacitadas.
Al escuchar las palabras de Aitor, Diana, cuya mente estaba en estado de shock, ni siquiera se dio cuenta de que Aitor se acercaba lentamente a ella y que ahora estaba a menos de dos pasos entre ellos.
Las palabras de Aitor sorprendieron no sólo a Diana, sino también a Valeria.
No esperaba que ella fuera tan importante en el corazón de Aitor, y en este momento, más que nunca, sintió de verdad que Aitor la quería tanto, incluso más que a su propia vida.
—¿La amas tanto que ni siquiera no te importa tu propia vida por ella?— murmuró Diana al escuchar las palabras de Aitor.
—Jaja...copy right hot novel pub