Valeria husmeó en su escritorio y encontró una carpeta roja junto a su ordenador:
—¿Es esto? —Valeria recogió la carpeta y se la entregó a la sirvienta.
—Creo que sí, el señor dijo que estaba junto al ordenador, y es una carpeta roja, así que debe ser esto —la sirvienta dijo.
—Entonces se lo llevaré primero al señor, que dice que está esperando ansiosamente una reunión —con eso, la sirvienta se dio la vuelta bruscamente y salió del estudio.
—¡Eh, espera un momento! —Valeria llamó a esta que acababa de salir por la puerta del estudio—. Déjame entregárselo a Aitor, conozco mejor la dirección de su empresa y será más rápido así.
—Bueno, está bien —la sirvienta dijo—. Apúrese entonces señora, escuché que el señor estaba bastante ansioso en el teléfono hace un momento.
—Vale, ya lo veo —Valeria corrió a su dormitorio y se puso un abrigo, y salió de la casa con una prisa febril.
Tomando un taxi, Valeria no tardó en llegar a la oficina de Aitor.
—Aitor olvidó sus papeles, se los llevaré —Valeria explicó brevemente la situación a la recepcionista de la empresa.
—Bien, ese es el ascensor especial del presidente, sube, señora —la persona de la recepción reconoció, naturalmente, a la esposa del presidente.
—La ex novia del presidente acaba de subir y la esposa de este presidente ha entrado corriendo, ¡¿qué pasa?! —mirando a Valeria, que esperaba el ascensor, la recepcionista y una compañera que estaba al lado susurrando.
—¿No dice que está aquí para entregar los papeles? —la compañera acababa de escuchar lo que había dicho Valeria.
—Eres tonto, esto es obviamente una excusa —la recepcionista tenía una mirada de comprensión y emoción en su rostro—. Un buen trama entre la ex y la actual, ¡vaya, qué interesante es esta relación!
Creían que hablaban en voz muy baja, pero estaban tan emocionadas por ver este chisme único que subieron inconscientemente el volumen.
Valeria estaba de pie no muy lejos de ellas y, naturalmente, podía escuchar débilmente lo que decían, su mano se tensaba con el papel y pensaba:
«¿Acaso está Sabela allí arriba ahora mismo?»
La puerta del ascensor se abrió y Valeria entró a toda prisa. Mientras observaba cómo cambiaban los números del piso, Valeria se ponía cada vez más nerviosa, preguntándose cómo explicaría su visita si realmente veía a Aitor y a Sabela juntos.
Efectivamente, le inquietaba que Aitor y Sabela estuvieran juntos, por lo que se había ofrecido a llevar los papeles a Aitor para sirvienta. En ese caso, sí parecía que ella había venido a exponer la traición de su esposo.
—¿Aitor malinterpretará que no confía en él? ¿Y si se enfada? —murmuró Valeria para sí misma en el ascensor.copy right hot novel pub