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NADIE COMO TÚ

Capítulo 270: Pero algo tan horrible le ha pasado a ella

—Como ves, he hecho lo que me has dicho —Aitor se quedó mirando a Diego con cara de enfado— ¿Dónde está Valeria? ¡Rápido, que la liberen!

Fue porque había visto con sus propios ojos que Aitor había liberado los datos del cliente que Diego estaba muy emocionado en ese momento.

Con semejante crisis de confianza, la gente del Grupo Cabrera ya no estaría del lado de Aitor y Julián tampoco podía quejarse de nada. Además, el negocio del Grupo Lustre estaría destinado a empeorar cada vez más, y muy pronto no sería una amenaza para el Grupo Cabrera ni para él mismo.

Sintiendo que había hecho lo correcto, Diego estaba muy satisfecho.

Pensando que Aitor había hecho tal tontería por una mujer, se burló de él diciendo:

—Aitor, ¿merece la pena llegar a tales extremos sólo por una mujer? No esperaba que fueras una persona tan afectussa.

—Déjate de tonterías, ¡¿dónde diablos está Valeria?! —en este momento, Aitor sólo quería acercarse a Diego y darle una paliza sin piedad.

—Pabellón 307 del Hospital Primordial, ve a buscarla tú mismo —al ver el enfado de Aitor, Diego dejó la dirección del hospital y se marchó. Sabía que no podría conseguir una ganga si se quedaba más tiempo.

—Aitor, no te preocupes, no te echaré aunque no consigas nada en la familia Gu en el futuro, es un perdedor más, no me importa el dinero, ja, ja, ja... —Diego dijo algo inusualmente arrogante antes de marcharse pensando para sí mismo:

«Aitor, pensé que eras tan difícil de tratar, con Valeria como tu debilidad, veré cómo puedes seguir luchando conmigo».

Ante estas palabras, Aitor apretó los puños, mientras que Jacobo quisiera acercarse a Diego y darle dos patadas.

—Lo más importante ahora es encontrar a Valeria —dijo Aitor con voz fría mientras detenía a Jacobo, que estaba a punto de adelantarse.

—Sí, señor —dijo Jacobo, comprendiendo la urgencia de la situación— voy a preparar el coche para el hospital ahora mismo.

—No, la empresa no tardará en estar un caos con la información filtrada de los clientes, así que quédate aquí y ayuda con los asuntos de la empresa.

—Pero señor, ¿puede hacerlo solo? —sabiendo que su señor estaba muy furisoso, por eso Jacobo no quería que Aitor condujera solo.

—Está bien, dame las llaves del coche.

—Sí —Jacobo sabía que había que tener una persona en la empresa para atenderlo todo en este momento.

Cogiendo las llaves del coche que le entregó Jacobo, Aitor salió rápidamente del despacho.

En el camino al hospital, lo que acababa de mostrarse en el vídeo se repetía en la mente de Aitor, con la mirada desesperada de Valeria. El hombre sentía que no podía ver nada frente a sus ojos, sino la imagen de Valeria luchando y gritando por ayuda.copy right hot novel pub

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