—¡Qué demonios le ha pasado a Valeria! —al escuchar las palabras de Sabela, Aitor se puso nervioso y prácticamente le preguntó a Sabela gritando.
Probablemente asustada por Aitor, Sabela se puso a llorar, e incluso su voz temblaba:
—Valeria... la vimos cuando entramos...
Sabela era incoherente, incapaz de hablar con claridad, lo que volvía aún más loco a Aitor.
Justo en ese momento venía un médico a revisar la situación de Valeria y Aitor se acercó y agarró al médico y le preguntó:
—¿Qué le ha pasado a Valeria, dime tú qué le ha pasado a Valeria?
Agarrado repentinamente por el cuello, el médico casi perdió el aliento y luchó por liberarse del agarre de Aitor.
Al ver la aparición del médico, Sabela se acercó con prisas, tiró de la mano de Aitor y le dijo:
—Aitor, no seas así, suelta primero al doctor, no puede hablar cuando estás así.
Sólo cuando escuchó las palabras de Sabela, Aitor soltó al médico y lo miró con los ojos enrojecidos.
El médico, tras recuperar el aliento durante un buen rato, habló:
—¿Cuál es su relación con el paciente de la sala 307?
—Soy su marido, mi mujer, ¿cuál es exactamente su situación? —preguntó Aitor con impaciencia.
Ante las palabras de Aitor, una mirada de vergüenza pasó por los ojos del médico, que abrió la boca pero no salió ningún sonido, como si no supiera cómo hablarle a Aitor.
Finalmente, con un largo suspiro, dijo:
—Será mejor que estés preparado, su esposa...
En este punto, el médico se paró un momento.
Aitor miró nervioso al médico.
—Según los resultados del examen previo, fue violada por un grupo.
—¡¿Qué?! —al escuchar las palabras del médico, Aitor pareció quedarse sin fuerzas al instante, dando dos pasos hacia atrás y golpeándose contra la pared, antes de que todo su cuerpo se deslizara por la pared y se sentara en el suelo.copy right hot novel pub