Una vez que Liam trajo a Valeria a EE.UU., se encargó rápidamente de que se mudara. A Liam no le resultó difícil instalarse, ya que el Grupo Hernández tenía muchos negocios en EE.UU.
Después de que todo estuviera solucionado, Valeria sugirió que quería ir al hospital para una revisión de maternidad. Como estaba cansada de su viaje, temía que le pasara algo al bebé que llevaba en el vientre:
—No te has recuperado de tus heridas, así que no corras al hospital, llamaré al médico más tarde y les pediré que vengan a la casa para revisarte.
Liam fue muy considerado.
—Bien —Valeria asintió agradecida a Liam—. Gracias, lo has pasado mal estos días.
En estos días, Liam estaba cuidando de ella de todas las maneras posibles. Y Liam le había dado una gran sensación de seguridad, de modo que ya no tenía esa sensación de que el mundo era un lugar grande pero que no había ningún lugar al que ir. Resultó que tener un miembro de la familia en el que confiar y ser mimado por su hermano mayor fue una gran bendición.
—No digas eso —Liam frunció deliberadamente el ceño, flexionó los dedos y le dio a Valeria un ligero golpe en la frente—. Soy tu hermano, es mi deber hacer esto por ti, así que no vuelvas a decir algo así.
—Lo sé —Valeria sonrió y se frotó la frente, luego miró a Liam—. Liam.
Lo llamó Valeria con la máxima seriedad. Sí, hermano, a partir de ahora era ella la que tenía un hermano. Podía ser mimada con él, podía hacer berrinches con él sin miedo, porque eran familiares de sangre. Aunque con su carácter, la probabilidad de que hiciera estas cosas era escasa.
Liam también se sintió conmovido por la llamada de Valeria y se acercó para tomar a Valeria en sus brazos:
—Hermana, nunca dejaré que nadie te intimide de nuevo, te compensaré por todo lo que te debo todos estos años.
—De acuerdo.
Valeria le devolvió el abrazo a Liam, con los ojos ligeramente húmedos.
Por la tarde, Liam hizo venir a casa a un médico chino. Tras una serie de pruebas, el médico le dijo a Valeria que efectivamente estaba algo debilitada y que debía cuidar su salud.
—¿Está bien el niño? —preguntó Valeria con una mirada nerviosa.
—Está bien, no te preocupes, el bebé está sano —El médico tranquilizó a Valeria y luego le indicó—. Es que al fin y al cabo ahora estás embarazada, así que debes seguir prestando más atención al descanso en general, y prestar especial atención a tu dieta.copy right hot novel pub