Alaric
Miro embobado como duerme. El pelo cae revuelto sobre su espalda, la sábana arrugada sobre su cintura, y el rítmico sonido de su respiración, la convierte en una mujer tremendamente sexy.
Todo lo que siento por Eda es imposible de explicar. Es tan intenso, tan íntimo, que no puedo explicarlo con palabras. Como si tuviera una madeja de lana completamente liada, imposible de quitar los nudos y los enredos. Siento amor, pasión, lealtad, estabilidad, sinceridad, diversión, reto, admiración. No hay una frase en la que pueda definirlo, pero si sé una cosa. Es la mujer de mi vida.
Paseo mis dedos por su espalda como si fueran finas plumas, tiene la piel suave y caliente.
- Me haces cosquillas - Susurra con los ojos cerrados y la voz cansada.
Acerco mis labios a su espalda y voy besando cada centímetro de piel que la sábana no esconde.
Se gira sobre si misma. Tener la visión de sus pechos redondos y torneados me excita. Me arrastro hasta quedar encima de ella. Acerco mis labios a su pezón y paseo la lengua haciendo círculos mientras que con la mano acaricio su pecho. Eda abre las piernas para que pueda acomodarme y como si hubiera activado un mecanismo, mi erección crece en cuanto enrosca sus piernas en mi cintura.
- ¿Te van los polvos mañaneros? - Pregunta suspirando de placer.
No hay ningún impedimento para volver a hacerle el amor. Está completamente desnuda bajo mi cuerpo, con las piernas separadas y mi miembro lo sabe. Despacio, muy despacio voy introduciéndome dentro de ella.
- Me va adorar tu cuerpo - Admito cerca de su oído.copy right hot novel pub