-Cero posibilidades
-Pero Dani...
-Lo siento Frida, pero tienes que cumplir tus horas de trabajo
-No llegué tarde a propósito, tengo un hijo mimado
-Entonces comienza a levantarlo más temprano y deja de usarlo como excusa, la recepcionista tiene gemelos y es madre soltera y nunca la he visto llegar tarde
-Ian, es complicado -insistió molesta con la comparación
-Escucha, tengo mucho que hacer aquí -señala su escritorio lleno de documentos-. Y no tengo tiempo ni ganas de oír tus quejas -le advierte tajante-. No te irás temprano y no justificaré tú atraso, ahora por favor regresa a tu escritorio
-¿No me vas a dar permiso? –chilló incrédula
-No Frida, querer retirarte porque tienes sueño no es una excusa, prepárate un café y concéntrate
-Estás odiosa –protesta
-Trabajo -le recordó sin quitar la mirada de la pantalla
-¡Bien!
-Y cambia el tono para contestar las llamadas
-Sí jefa
Danielle, estaba a cargo.
Así lo había ordenado Nicholas, el lunes a primera hora. Se comunicó con Tamara, para que ella misma le informara a Danielle, no quería arriesgarse a disgustarla, menos después de la llamada del sábado por la madrugada..., sabía que había hecho mal, pero no podía dejar de pensar en ella y su mirada de espanto cuando le hizo "la pregunta" además quería darle tiempo para que procesara todo el asunto..., necesitaba que aceptara.
El miércoles ya no lo pudo aguantar y la llamó. Usó como pretexto la gala, necesitaba escuchar su voz, lo desesperaban esos correos tan impersonales llenos de asuntos de trabajo y nada de ella.
-Buenas tardes señor Allen ¿en qué lo puedo ayudar? –saludó conteniendo la respiración ante la expectación de escucharlo
-Danielle..., deja la estupidez de "señor Allen" –protesta soltando el aire con fuerza, era bueno escuchar su voz..., aunque sonara molesta
-Ya le he enviado los reportes finales..., no esperaba que estuviese despierto, es de madrugada en Japón –lo ignora
-Te quiero en mi oficina en 5 minutos, te voy a preparar para la gala –ordena decidido a verla.
-...solo envíe un correo con los detalles –bajó la voz de pronto incómoda, detestaba tener que ir a esa gala...
-No, en 5 minutos te quiero conectada a Skype ¿está claro?
-Sí señor
A regañadientes cortó la llamada, dejó todo esparcido sobre su escritorio, buscó la llave del despacho y se conectó al maldito Skype, lo último que quería Danielle, era tener que verlo y que le recordara lo que necesitaba de ella...
Impaciente aguardó a que se conectara, no quería que volviera a tocar el tema, tenía claro que jamás aceptaría algo como lo que le pidió el viernes por la tarde, bajo ninguna circunstancia se "vendería", prefería conservar su integridad y vivir en una caja de cartón antes que casarse por dinero. Él hombre podía gustarle, atraerle, incluso podía fantasear con el recuerdo de él saliendo del agua en traje de baño siendo majestuosamente perfecto..., con su rostro bronceado sutilmente y ese pantaloncito demasiado abajo...
-¿Danielle? ¿Estás conmigo?
Sacudió la cabeza y entonces centró la mirada en la pantalla, frente a ella se encontraba un Nicholas, sin camisa, sin afeitar, despeinado y cansado... Pero terriblemente sexy, estaba en el sofá, con los antebrazos apoyados en las rodillas inclinado hacia la pantalla, observándola con el ceño fruncido.
-Señor Allen –parpadeó varias veces espantando sus pensamientos.
-Vas a seguir con eso... -murmuró para sí mismo-. Bueno "señorita Ross" el fin de esta "reunión" es prepararla para la gala, como ya le adelanté por teléfono necesito que busque a personas específicas
-De acuerdo...
Algo incómoda con la imagen tan "íntima" de un muy atractivo Nicholas, intentó concentrarse en la información que le estaba transmitiendo, puso de su parte, pero comenzaba a notar el efecto que estaba provocando (o que tenía) en ella. El modo en que Danielle, lo observaba lo alentaba a buscar posiciones sugerentes en el sofá, pero cada vez que intentaba dejar el trabajo de lado y preguntar por ella la cabezona testaruda le recordaba que debían continuar con la reunión.
Fue la hora más extraña que han tenido hasta la fecha, Danielle, se sintió vulnerable y atraída por su descuidado atractivo, fue como si hubiese visto al Nicholas, real y no al preparado para conseguir todo lo que se le antojara..., era segunda vez que lo veía de ese modo, sin su escudo de apariencia perfecta.
-Estás lista –suspira sosteniéndole la mirada recostado contra el respaldo del sofá
-Tendría que nacer de nuevo –niega ella con la cabeza
-Perfecta..., solo no vayas a presentarte con uno de esos trajecitos tuyos que por muy bien que se te vean no son adecuados para este tipo de eventos. Usa vestido
-Bien
Se acomodó en la silla, el controlador pesadito acababa de hacer acto de presencia y ya no se sentía para nada a gusto con su mirada inquisitiva en toda ella
-Sí necesitas conseguir uno puedes usar la tarjeta de... –comenzó a ofrecerle la tarjeta para gastos de la empresa
-Las chicas tenemos nuestros recursos –lo interrumpe de malas
-Bien, no diré nada al respeto –le sonríe
-Más le vale, porque odio la idea de tener que asistir
-Son horas extras bebiendo champagne y degustando comida gourmet, que castigo –se burla divertido usando un poco de sarcasmo
-Lo es si le ponen huevos de pescado a todo –arruga la nariz recordando la "comida gourmet" a la que se refiere
-Que bruta eres –se ríe abiertamente
-Voy a cortar –le advierte molesta por la burla
-Bien, lo siento...
-¿Algo más que deba saber? –preguntó para que dejara de mirarla con esos ojos negros tan...copy right hot novel pub