Al día siguiente la reina Iliana desayunó con Carlos en el comedor, Harit estaba con su hermana en la habitación de ella, León y Lena cuidaban al bebé mientras la reina comía.
-Con tanto ajetreo y con tantos temas preocupantes no te he preguntado ¿Cómo has estado?- le dijo el rey Carlos a Iliana.
-Feliz y preocupada, ya sabes por qué- le contesto ella sin mirarlo a los ojos.
Se quedaron unos instantes en silencio y ella dejó los cubiertos en la mesa de forma agresiva haciendo brincar a León -ya no sé ni lo que estoy haciendo-
-¿Respecto a qué?- preguntó Carlos.
-Con Aker, no puedo odiarlo. Me decidí a superarlo pero no puedo- se quedó un momento en silencio y luego siguió -no quiero...no puedo acercarme de nuevo como antes porque eso traería consecuencias graves-
-Hubo un momento en el que no te importaban las consecuencias si hacías lo correcto, o al menos eso es lo que me has contado- en ese instante la reina recordó las palabras de Einar antes de morir y sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Después de tantos años y aún sigo sin poner en orden mi vida- se recargó en sus manos, el pequeño Adam miraba en todas direcciones.
-Iliana si otra persona tuviera que lidiar con todos los problemas que has teniendo y tienes ya habría sufrido un colapso nervioso, porque no solo estás al pendiente de tu reino
también tienes que lidiar con asuntos familiares y del corazón- Carlos se sintió orgulloso de las palabras que salieron de su boca.
-He tomado tantas malas decisiones que me aterra volver a equivocarme. Como quisiera ser igual a ti-
-¿Un tanto extraño y con un padre que estaba en total desacuerdo con mis ideales y forma de ser?- Iliana rió.
-No me refería a eso-
-¿Totalmente humana?-
-No, creo que eso no lo cambiaría nunca; ser mitad vampiro y mitad humano me hace sentir cerca de mis padres- se limpió los ojos por si algunas lágrimas habían resbalado de sus ojos -me refiero a tener una vida un poco más tranquila- suspiró -creo que ya me urge una profunda plática con el abuelo Filip- ambos rieron.
-Yo creo que sí-
...-ߖ䭮..
Dos días después el rey Carlos hizo que prepararan un pastel para Charlotte que
seguían cama.
-Majestad no tenía porqué molestarse- le dijo ella al recibir el pastel.
-No es nada, de cualquier modo la forma de preparación de este pastel es la mejor que he visto y probado, comerlo es un deleite- le sonrío el rey, Iliana entró a la habitación y puso una cara seria al ver a Harit.
-Reina debo disculparme por haberle dicho de ese modo, quizá no entre usted en el grupo de vampiros a los que llamo así, pero aún así no me agrada- le dijo Harit acercándose a Iliana.copy right hot novel pub