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Princesa Vampiro (Parte 1) / Princesa Vampiro (Parte 2) Con Franqueza

Trabajo duro y sin descanso (PARTE 1)

Después de que Jenny nos dijera que estaba embarazada los tres nos quedamos en silencio, yo esperaba que Jenny continuara y al parecer Evan seguía asimilándolo.

-Yo me refería a que si tenían otra cosa que decir, algo más que me hayan ocultado, no era el momento más adecuado para que nos dijeras una noticia así-

-De verdad lo siento, pero necesitaba decírselos, cuando me revisó el doctor se dio cuenta de que estaba embarazada, o bueno eso era lo que él creía, tuve que hacerme una prueba, ahí supe que llevaba 10 semanas de embarazo y eso explica porque estaba engordando-

-¿Es niño o niña?- preguntó Evan, parecía seguir perdido.

-Eso aun no lo podemos saber, llevo muy poco de embarazo-

-¿Eso como pasó?-

-Evan, eso es normal en las parejas casadas- le contesté bromeando.

-Con permiso- Evan se levantó y se fue.

-Creo que no se emociono tanto como creía- resoplé.

-Yo también sigo impactada; hubo un momento en el que planeábamos tener un bebé, pero fue posible en ese momento-

-Pienso que tu bebé es tan inoportuno como tú, cuando das una noticia, aun así estoy muy feliz-

-Yo también, ya tendremos tiempo para hablar de lo que preguntaste, Evan tratará de asimilar que será padre de nuevo- yo la miré demasiado confundida –aun que no lo creas nosotros te vemos como una hija- yo le sonreí.

-No puedo estar mucho tiempo enojada con ustedes, por eso no quería verlos, ya que me conozco y si los veía no iba a poder seguir enojada ni un momento más- yo suspiré.

-Tienes mucho trabajo que hacer a partir de mañana; tanto con la reina Marianne como asuntos de tu coronación- Jenny se levantó y se fue; terminé de comer sola, supongo que Jenny fue a hablar con Evan; me siento muy feliz de que ellos puedan finalmente tener un bebé propio al que cuidar y dejen de preocuparse tanto por mí, ya es momento que piensen en ellos dos como pareja; el bebé no fue inoportuno, presiento que llegó en el momento adecuado.

-ߤ�Al día siguiente la reina Marianne cumplió su palabra, comenzó a enseñarme a controlar la sed y mi transformación, antes de comenzar me advirtió que es una de las cosas más difíciles, controlar la sed, pero la trasformación, si tenía una gran fuerza de voluntad podría resultarme más sencillo; me costó demasiado.

Así fue como pasaron los días anteriores a mi coronación; dedicando 6 horas aproximadamente, el resto era para conocernos la reina y yo un poco; todo el tiempo que pasé con ella fue magnífico, tal y como lo supuse todo este tiempo; parecía que nunca se nos acabarían los temas de conversación, y en algunos puntos de vista coincidíamos; después del entrenamiento nos dedicábamos al tema de la coronación, ensayaba el juramento y pensaba en que diría al pueblo después de la coronación, me decían que debía hablarles con el corazón, como siempre los he tratado; lo que aun no tenía hecho era lo que les diría a los invitados de otros reinos, lo poco que se me ocurrió fue:

“Agradezco su presencia, nobles de otros reinos…”

De ahí ya no pude escribir más; tuve barios bocetos pero me era difícil continuar, o había algún error y desechaba el papel entero, si tan solo pudiese hablar con la misma facilidad que cuando hablo con Evan, espero no tener que improvisar, o quizá no sea mala idea, solo que no quiero arruinar el momento; mucho menos frente al consejo, ahora estoy más ansiosa por lo que me dijo la reina Marianne sobre este.

También algunos modistas fueron a hacer mi vestido, el color del vestido fue una de las decisiones mas difíciles que he tomado siendo princesa, pero finalmente me decidí por el color azul, el vestido tendría el diseño de una flor de loto como nuestra bandera; que fuese de color azul significaba sabiduría y conocimiento; su significado fue suficiente para poder escoger ese color; lo admito, era demasiado incomodo estar parada sin poder moverte durante una hora, aun que cada que me quitaban el vestido estaba más satisfecha y me hacía pensar, que todo el tiempo perdido en los arreglos del vestido habrían valido la pena; todos estaban ocupados en el tema de la coronación, cada que salía al pueblo escuchaba que solo hablaban de eso.

En las noches, cuando ya nadie estaba afuera la reina Marianne y yo salíamos para que me enseñara a volar, sus alas tenían ligeros destellos dorados por todo el estandarte de sus plumas, estas eran demasiado suaves, podría dormir en ellas y descansar plácidamente; cuando me las mostró por primera vez quedé perpleja, no podía dejar de tocarlas, pues a mí me vuelven loca las cosas demasiado suaves; mis alas también estaban hermosas, cuando ya controlaba un poco más la transformación las veía en el espejo a cada momento disponible; mis alas tenían destellos, igual que la reina Marianne, solo que los míos eran azules, como mis ojos cuando me transformo o tengo un hambre incontrolable, en una ocasión me quedé dormida con mis alas tapándome, fue una experiencia inigualable. Con respecto al tema del vuelo, no pude, no supe cómo hacerlo, la reina me explicó a detalle que debía hacer, pero siempre que lo intentaba ella debía rescatarme o me llevaba volando para que me acostumbrara, ya que debía perderle el miedo a la altura; y no es miedo a la altura, hay algo que me retiene; no es indispensable que sepa volar, pero siento que solo tendría las alas de adorno, además estoy segura de que en algún momento serán de mucha utilidad. En esas noches nos llegamos a encontrar Vampiros Deus vagando por todo el reino, supongo que en busca de comida; la reina Marianne me explicó que ellos no necesitan la sangre de una sola persona para satisfacerse, necesitan lo mismo que nosotras, solo que una persona la ocupan para varios y su sed de sangre no la controlan, cada que quieren van a cazar, su nivel de inteligencia es indefinido, nadie lo sabe con exactitud, algunas personas han contado que tuvieron una conversación con ellos, que miedo tener una conversación con alguien que quiere beber tu sangre y después matarte; en lo personal no deben tener mucha inteligencia, pues, podrían mantener con vida a las personas y tendrían comida ilimitada, de acuerdo eso sonó un tanto inhumano. Otra cosa que me dijo la reina Marianne y resultó interesante, es que los felinos pueden entendernos, además de obedecernos si llegamos a agradarles ¡otra razón más para que me dejen tener un gato! Aún que creo, no será una excusa muy válida para Evan y Jenny.copy right hot novel pub

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