Ya era el día de la coronación, los nervios recorrían todo mi cuerpo; me puse mi vestido, el corset estaba tan ajustado que era inevitable pararme derecha y me costaba agacharme, espero que nada se caiga o deba recoger algo; las zapatillas eran plateadas, la corona que siempre llevaba era de flores color plata, sin embargo, sería la última vez que llegara a usarla así que me miré al espejo durante mucho tiempo; fueron a peinarme y a darme la joyería que me pondría, además de maquillaje, lo olvidé, debí colocarme maquillaje desde el inicio de mi entrenamiento, para acostumbrarme, esto debería ser un deporte; solo llevaba unos minutos y quería rascarme toda la cara; al terminar de arreglarme subí a una carretela para recorrer todo el reino, saludé a todos, notando que ya estaban celebrando desde ese momento; de lo feliz que estaba se me olvidaron los nervios.

Al llegar al castillo, en el gran salón me esperaban mis invitados nobles, personas con cámaras, dibujantes y fue ahí cuando sentí un cosquilleo por mi espalda y un dolor intenso en el estomago, como si me hubiesen dado un golpe intenso; bajé de la carretela y pasando desde la entrada hasta el fondo del salón, no quise mirar a nadie, solo dirigí mi vista a mis padres, deberían estar orgullosos de mi en este momento, todo pasaba de forma más lenta, se me hacia eterno el camino, trataba de solo mirar las pinturas, pero me era muy difícil no ver la silla del trono, poco a poco sentía como mi corazón se me aceleraba, no por el evento, si no por la inmensidad de aromas que me rodeaban, traté de no respirar tan seguido para no distraerme ¿Qué sería preferible? Morir de nervios por la coronación y no pensar en otra cosa más que en eso o distraerme en los aromas de las personas cayendo en la posibilidad de atacar a alguien; vaya ninguna de las opciones era viable, y mientras pensaba en esto ya había llegado al fondo. La ceremonia estuvo demasiado aburrida, los niños y yo estaremos de acuerdo en eso, pude ver sus caras de fastidio, espero que no hayan visto la mía. Al terminar la ceremonia tuve que desaparecer de la celebración; fui al pueblo con mi nueva corona plateada, me sentía orgullosa de lo que era, no me sentía diferente, solo más segura de mi misma; me paré en lo alto de un escenario que suelen usar para dar las noticias.

-Buenas tardes querido pueblo de Nelumbo, he venido personalmente para avisarles que la coronación ha sido terminada sin ningún contratiempo, me complace informarles que soy la nueva reina de esta tierra-

-¡Larga vida a la reina!- todos dijeron al mismo tiempo.

-Gracias por todo, procedo a decir que disfruten los postres enviados de mi parte, debo retirarme, con permiso- regresé al castillo, ahora me faltaba sobrevivir a los invitados.

-¡La reina Iliana Eir Ayla Wirmount!- yo me paré frente al trono y miré a todos, estaba nerviosa por lo que diría

-Les agradezco a todos de antemano, el que me hayan acompañado en este día tan importante, espero disfruten de la fiesta, el apoyo mutuo es algo importante y mas entre reinos, por eso me esforzaré gobernando- después de eso ya se me estaba olvidando lo demás que quería decir así que la reina Marianne levantó una copa.

-¡Por la nueva reina!- dijo salvándome de tan incómoda situación.

-¡Por la nueva reina!- todos brindaron por mi; yo solo voltee mi cara un poco y suspiré, después los reyes se fueron presentando conmigo poco a poco, en lo personal eso se estaba volviendo un tanto tedioso, ya que algunos no paraban de hablar o presentarme a sus hijos, diciéndome que son una buena opción por si algún día busco rey, me cansé de contar las veces que me presentaron a sus hijos con el propósito de elegir un prometido, así que solo llegué a 10; entonces un príncipe se acercó a mí.

-Disculpe a mi padre el rey Cromwell que no pudo asistir, yo he venido en su nombre- ese príncipe parecía ser el sueño de toda chica, generalice porque siendo sincera si me sonroje, cabello medianamente largo, color negro carbón, piel clara, rasgos bastante masculinos, con un poco de barba, ojos turquesa y una voz grave e imponente.

-Agradezco la gentileza- ¿no pude haber dicho algo mejor? Supongo que a mis nervios se le acaba de agregar un chico que me ha sonrojado, eso es todo, algunos chicos lindos suelen ser desagradables, quizá con ese comentario se ofenda.

-Si me lo permite, me presento son el príncipe Frederick del reino Lunaria, encantado de verla de nuevo, ahora como reina- ¿de nuevo? No creo haberlo visto antes, estoy segura de que lo recordaría enseguida, bueno de hecho nunca pongo atención en los hombres cuando voy a las fiestas, si es que lo conocí en una.

-Mucho gusto príncipe Frederick del reino Lunaria, espero que esté disfrutando su estadía-

-Disculpe mi atrevimiento ¿me concedería esta pieza?- yo no pude ocultar mi sorpresa, ahí supe también sus intenciones, el rey lo mandó solo a él para mostrarme que es un buen candidato, compadezco a mi padre, debió pensar que estaría todo el día con mi madre en su coronación, sin embargo, estaban presentándose sus candidatas alejándolo más de lo que realmente quería hacer esa noche.

-Por supuesto- le di la mano y comenzamos a bailar, mi primer baile como reina ¿Qué es lo que yo quisiera estar haciendo realmente en este momento? Cuidando plantas en el invernadero, estar en el jardín, pintar un poco; veo a todos a mi alrededor y la mayoría no parece estar realmente feliz, puede que les haya molestado que esté bailando con esté príncipe y no con sus hijos o puede que yo no les agrade, quizá sean las dos. Cuando terminó la canción nos dirigimos al trono y él se despidió de mi besándome la mano, nunca me dijo de donde nos conocíamos, tendré que acordarme de preguntarle cuando nos veamos de nuevo, si es que nos vemos de nuevo. Cuando comenzaba a atardecer se fueron todos, debido al tema de los vampiros, los Deus, dudo que ellos sepan de la existencia de vampiros como yo.copy right hot novel pub