Yo puse la puma en mi pecho, sé que no debía firmar así, pero así me decía cuando era niña y me pareció un gesto dulce firmar de esta forma, además mi carta no debía ser tan formal como la que mandé a la reina Marianne. En todo el tiempo que escribí la carta el príncipe Aker Helios se mantuvo alejado de mí, quizá respetando mi privacidad, intentando no leer mi carta; doble la carta y se la di al príncipe Aker.

-¿Podrían entregarla por mí?-

-Espero que llegué lo antes posible- yo asentí –espérame aquí un momento- yo no pude decir ni una palabra, se marchó rápidamente; me quedé un momento sentada ¿por qué tardaba tanto? Tuve que recorrer toda la habitación, pues no sabía que otra cosa hacer, revisé los libros uno por uno, inclusive me dio tiempo de leer las sinopsis de los libros que desconocía; la mayoría eran de filosofía, matemáticas, química y astronomía; el resto eran novelas, cuando vi un papel entre esas novelas abrí la pagina, había un escrito que estaba en otro idioma, no pude saber cual era, mucho menos lo que decía, entonces se escuchó la puerta y yo dejé rápidamente el libro en su lugar

-¿Qué hacías?-

-Veía los libros- voltee y sonreí.

-Debes saber que este es mi estudio-

-¿Le gustan las novelas románticas?- él se sonrojo y se puso entre el estante de libros y yo.

-Bueno tu carta ya va hacía su destino-

-Gracias-

-Primero, intenta no ponerte en peligro de nuevo-

-Haré lo mejor que pueda ¿puedo hacerle una pregunta muy personal?-

-Claro, pero que te la conteste será diferente-

-¿Por qué sus alas son de tres colores?- él se quedó pensativo.

-Por mis padres, tus alas son de ese color también por tu madre- me dijo de forma seria, asentí mientras reflexionaba sobre lo que me dijo.

-De acuerdo, gracias-

-Y Segundo…-

-Aguarda- yo lo interrumpí –entonces sabe que solo mi madre era vampiro ¿o me equivoco?-

-Si lo sabía, la reina me lo contó- yo hice una expresión mostrando que no me parecía del todo, el asunto de que le hubiesen dicho –Y segundo, me gusta que me digan mis tres nombres, la reina me dice Helios; pero prefería que me llames por mi apellido por ahora- el sonrió –yo no tengo necesidad de preguntar cómo te puedo decir, princesa del reino Nelumbo-

-De acuerdo príncipe de Antonaur; pero no le veo lo gracioso a eso-

-Mejor dime Aker- siguió riendo –no comprendo cómo es que no le ves lo gracioso ¿Qué persona estando en sus cinco sentidos le dice a un completo desconocido, estando a solas que es una princesa y de que reino?- yo me sonroje.

-No puede ser- me tapé la cara con ambas manos –dígame que no es cierto ¿usted era el chico de la máscara de bufón?- el movió la cabeza asintiendo y riendo.

-Yo soy ese chico- no entiendo ¿Qué tiene la vida contra mí? Primero descubro que es el mismo vampiro que me rescató y ahora que es la misma persona con la que estuve hablando en la fiesta de antifaces.

-Para usted es gracioso, para mí es un tanto vergonzoso- me destapé la cara.

-Sí, puedo notar tu nivel de vergüenza al mirarte a la cara, pero descuida, no fue tan vergonzoso, aun que jamás se me va a olvidar- yo me tapé de nuevo la cara –será muy divertido cuando nos pregunten cómo nos conocimos, así que yo contestare “oh fue en una fiesta de compromiso que era de antifaces” y me riere o te voltearé a ver, ellos no entenderán lo gracioso que es y eso es lo divertido-

-No por favor- me senté en otra silla que se encontraba en el estudio, recargué mis codos en las piernas, poniendo mi barbilla en mis manos.

-Es mejor que decir, fue capturada por un Deus, tuve que ir a rescatarla porque no sabía volar- yo comencé a reír.

-Si es mejor-

-Para que veas eso si es vergonzoso-

-¿Qué?-

-Eres un vampiro y no sabes volar ¿Cuánto llevas siéndolo? ¿Medio año?-

-Deje de burlarse, no todo es tan fácil como parece, además me dan miedo las alturas y no ha pasado tanto tiempo- lo último lo susurré.

-¿Además qué?-

-¡Que me dan miedo las alturas!- el soltó una carcajada.

-¡Ay disculpa! Es que es tan gracioso- él no podía parar de reír -de verdad lo siento, es que eres un vampiro que no sabe volar debido a su miedo por las alturas- tardó mucho tiempo en dejar de reír, yo solo me cruce de brazos esperando que dejara de divertirse con mis desgracias.

-¿Ya terminó?-

-Disculpa, algo me dice que ahora que te conozco será más entretenida mi vida-

Después de eso salí del estudio, se disculpó en repetidas ocasiones, al parecer notó mi molestia y se ofreció a ayudarme con clases de vuelo, solo cuando los visitara; no entendí porque él no quería ir a mi reino, no sé si no le gustaba viajar o es mi reino, me gustaría preguntarle pero siento que no me contestaría.copy right hot novel pub