-Pensé que sería lindo ir en canoa por el lago, de aquí a la comida- lo miré confundida.
-¿Eh?-
-Por cierto te ves hermosa- yo me sonrojé.
-Gracias, pero ¿Por qué el viaje tan repentino?- nunca habíamos viajado en canoa juntos, sí cabalgamos un par de veces pero nunca al lago, más que cuando nos transformamos en vampiros.
-Creí que sería romántico- me sonrió.
-¿Ahora sí me crees que eres un romántico empedernido?- Aker comenzó a reír y me llevó al establo, prepararon a mi caballo y nos fuimos ambos en él -¿Por qué no te fuiste en un caballo aparte?-
-¿No quieres que te lleve al lago en tu caballo?-
-No es eso, es que actúas demasiado extraño, siempre eres romántico y atento, pero está vez lo está siendo más de lo normal-
-¿Y no te gusta?-
-Tampoco dije eso-
-Creo que regresaremos en 6 horas ¿Tienes algún problema con eso?-
-No, solo tendré un poco de habré-
-Y es por eso que traje dulces- sacó até de una bolsa colgada al caballo.
-¡Até! ¿Cuándo lo metiste en la bolsa que no me di cuenta?.
-Se lo pedí a Evan antes de que salieras de tu habitación- mi mano estaba en su pecho y podía sentir como su corazón estaba demasiado acelerado, yo por el contrario estaba demasiado tranquila.
-Gracias- comí un poco y le dí un pedazo en la boca, me recargué en su espalda y me sentí muy bien, amaba esos momentos dónde estábamos tan cerca y en completa tranquilidad que me hacían olvidar todos mis problemas.
-Llegamos-
-¿Tan rápido?-
-¿Se te hizo rápido?-
-No, pero quería que durara más- se bajó del caballo y me ayudó a bajar, a pesar de que yo sé bajarme sola. Preparó una canoa que estaba cerca, ya lista para que saliéramos -¿soy yo o nunca hay canoas en este lugar solo hoy?-
-Yo la preparé aquí desde ayer-
-¿De verdad?- él asintió.
-Vamos sube- yo corrí a subirme después de que amarrara al caballo.
-¿Crees que sea una buena idea dejarlo amarrado? ¿Y si un lobo se lo encuentra y no puede defenderse? ¿Y si se asusta y lastima su trompa? ¿Y si un cazador lo mata accidentalmente? ¿Y si llega…?-
-¿Quieres que lo desate verdad?- yo lo miré preocupada, él suspiró. Se salió de la canoa y desató al caballo, al regresar me ayudó a acomodarme.
-Gracias-
-La verdad no entiendo por qué te preocupas tanto, pero si eso te deja más tranquila así lo haremos- yo sonreí -una cosa más- dijo mientras nos alejamos de la orilla -como no traje una sombrilla ni nada por el estilo para cubrirnos, estaremos solo un rato aquí, no queremos que nos sintamos mal por el sol- yo asentí con la cabeza. En un principio estuvimos callados disfrutando del paisaje, de regreso comenzamos a platicar.
-Me gustaría que todos los días fueran así-
-¿Tú y yo solos?- me reí.
-También, pero me refería a que tranquilos, cálidos, sin tantas preocupaciones-
-Más que la de un caballo atado- reí a carcajadas.
-Nunca se te va a olvidar ¿Cierto?-
-No, sabes que me gusta molestarte-
-Siempre me has molestado ¿A qué se debía?-
-Es divertido cómo reaccionas, y ahora me parece dulce-
-Para ti sigo siendo una chiquilla-
-Yo siempre te he visto como una mujer- me sonrojé y aparté la mirada.copy right hot novel pub