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PROMETIDA AL NACER (COMPLETA)

Capítulo 25

Narra Raphael

He esperado suficiente, voy de camino a la casa de ese tal Zen, la verdad no lo conozco mucho, mi aquelarre no tiene relación con los lobos, así que no se mucho de él, solo lo poco que me ha contado Damián.

Estaba esperando que amaneciera para ver qué estaba pasando, y como no he tenido noticias de Damián sé que algo malo ha pasado, espero no llegar muy tarde.

No se nos está permitido matar a ningún miembro de nuestra raza, a no ser que sean causas mayores, tampoco podemos matar a ningún ser de otra raza.

Lo último que firmamos en la reunión que hicimos fue eso, queda terminantemente prohibido matar a otro ser de otra raza diferente a la nuestra, según tengo entendido Damián tiene algo parecido firmado con Zen.

Cuando llego a esa casa todo parece estar tranquilo, como si no pasara nada.

No hay guardias en la puerta y eso se me hace extraño, me preparo por si me llevo alguna sorpresa pero no pasa nada, cruzo la entrada principal y todo parece vacío.

Llego hasta la puerta y la toco, no parece haber nadie así que me da por empujarla y parece estar abierta, no se ve a nadie en su interior y tengo un mal presentimiento.

- ¿Quién es usted? - me pregunta un hombre a mis espaldas.

-perdón por entrar, vi que no había nadie y entre - le dije sonriendo.

-vallase de aquí- me dijo muy grosero.

-no, primero quiero saber algunas cosas- le dije.

- ¿Dónde está el dueño? - le pregunte muy serio, él se puso nervioso y eso me dio a entender que había pasado algo malo.

-está de viaje, vallase por favor- me dijo, parecía asustado y no sé por qué.

-dime la verdad ahora mismo, que ha pasado aquí- le dije amenazándolo.

-no puedo, lárguese ya o me matara- dijo el hombre.

- ¿a dónde se fue de viaje?, dígame y me voy- le dije, no quería meter en problemas a nadie.

-no puedo, lo siento- me dijo y se fue.

Iba a ir tras él, cuándo alguien a quien conozco muy bien apareció.

-no imaginaba encontrarte aquí pero viniendo de ti me espero cualquier cosa- le dije con asco.

Ella sonrió, siempre le parecía todo divertido y eso era algo que al principio me agradaba pero ya no, lo que siento es rabia hacia ella, siempre me pareció sincera, hasta que descubrí que no lo era.

-que esperabas, ¿volver a arrastrarme por ti?, jamás- me dijo con odio.

Había cambiado tanto, no sé donde se había quedado esa chica sonriente y buena, o al menos creía que era así, desde la muerte de mi mujer ella dijo que me ayudaría a vengarme de los vampiros pero resulto ser ella todo el tiempo, me siento mal por haber confiado en ella.

-¿Qué haces aquí Vanessa?, ¿Dónde está mi hija?- le pregunto.

-nunca lo sabrás y sabía que vendrías por eso me quede aquí- me contesto riéndose.

-espero por tu bien que no le hayas echo nada, si no me encargare de que nunca veas la luz del sol- le amenace.

-a estas alturas no me dan miedo tus amenazas Raphael, ya no tengo porque cumplir tus ordenes, ahora estoy con Zen- me dijo dándose la vuelta.copy right hot novel pub

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