El corazón de Vanessa, luchaba por tranquilizarse y que ella solo quería evitar darse media vuelta y correr fuera de la habitación.
-Es evidente que no me esperabas.
-La verdad es que no... lo siento tía, me ha asustado.
-No tienes porqué asustarte, tesoro- le sonrió y golpeó suavemente un lugar en la cama junto a ella, en una clara señal que deseaba su compañía- ven acá, hemos dejado una conversación a medias y es evidente que deseo culminarla.
-Pero...
-No tienes nada que temer- le sonrió- ven, siéntate junto a mi.
Vanessa, dejó escapar un poco de aire de sus pulmones y caminó hasta sentarse junto a su tía. Aunque era obvio que era un Reina buena y bondadosa, ella se sentía intimidada, era la madre de Nael, suponía que ese sería el centro de la conversación y aquello estaba por ocasionarle una crisis nerviosa. Caminó hasta la cama y se sentó junto a Isabella, fijo la mirada en aquellos dulces ojos verdes que parecían pozos de esmeralda.
-¿Lograron hablar mi hijo y tú?- le preguntó dulcemente.
-Sí tía- Vanessa, desvió la mirada- lo hicimos.
-¿Ahora podrás decirme, qué es lo que quería?
-Tía... no quisiera ser grosera, pero...¿porqué no se lo pregunta a él?
-Sabes que Nael es muy reservado- le dijo y luego le regaló una enorme sonrisa- así que pensé que contigo podría tener un poco más de suerte.
-Tía... yo...
-No tienes de qué avergonzarte- la tranquilizó- se que desde hace mucho tienes un especial afecto por mi hijo y aunque Nael, sea callado y taciturno, soy su madre, lo conozco, sé que su cariño por ti es... diferente- Vanessa, lo miró avergonzada.
-Tengo miedo, tía- le confesó con los ojos cargados de lágrimas.
-No tienes que temer, tesoro- la tomó de las manos y le dió un cariñoso apretón.
-Es que..copy right hot novel pub