Aquella noche Vanessa, se quedó largo rato sumergida en la bañera, con aceites y pétalos de rosas flotando en la tibia agua; aquello la hacía relajarse profundamente.
El olor del incienso inundaba el lugar y generaba un ambiente pastoso y erótico. Mientras sus ojos estaban cerrado, ardientes imágenes llegaban a su mente.
Los besos de Nael... esos labios recorriendola.
Las manos de Nael... acariciando su piel.
Su olor; fuerte y masculino, inundando sus sentidos.
Su corazón latiendo desbocadamente...
Su respiración acelerándose...
Su cuerpo entero temblando de necesidad...
Lo amaba, lo amaba más que a la vida misma. No había nada que deseara más que estar junto a él, que sentirlo; amándola en cuerpo y alma.
Cada día que pasaba se sentía más querida. Nael, exponía públicamente sus sentimientos y eso la estaba volviéndola loca de amor. Era una completa lástima que su madre no estuviera para verlo, ella seguramente estaría encantada.
No supo cuanto tiempo estuvo allí, pero su cuerpo indicaba que ya debía salir del agua, y así lo hizo. Su cabello estaba atado en la parte superior de la cabeza, y algunos mechones humedecidos salían del moño, sus mejillas estaban sonrojadas por el calor de la bañera, pero se sentía relajada y satisfecha.
Se observó; su cuerpo completamente desnudo,parecía delicado y frágil. Las marcas de su brazo, habían desaparecido y ahora la piel lucía tersa y delicada. Se envolvió en una toalla que sólo le cubría hasta medio muslo, debía vestirse. Azhohary, se había ofrecido a ayudarla pero, con mucha delicadeza, pero firmemente había declinado su propuesta pidiéndole que la dejara sola.
Salió del cuarto de baño. Se pondría una pijama y luego se metería bajo las sábanas para poder descansar.
Nada más poner un desnudo pie en la parte más amplia de su habitación, lo vió.
Estaba sentado en el borde de la cama, parecía distraído mientras esperaba.
-Nael...- giró su cabeza y la observó, de inmediato pudo notar como sus pupilas se dilataron y sus ojos se oscurecieron. El corazón de Vanessa, comenzó a golpear con violencia contra su pecho.
Nael la observó, allí con los pies descalzos, el cabello recogido y unos rebeldes mechones cayendo sobre su rotro. Su mano aferrándose a la toalla que escondía los secretos de su cuerpo, su piel húmeda y las gotas de agua brillando sobre él.
Su corazón se aceleró, la pasión despertó en él, haciéndolo arder de necesidad.
-Yo... quería verte- dijo poniendose en pie y sin poder desviar sus ojos de ella.
-Supuse que vendrías más tarde- dijo ruborizada- tenía calor y...- no pudo terminar la frase. Lo vio caminar hasta ella como si estuviese hipnotizado, sus ojos no se apartaban de aquellas profundidades verdes... elevó su mano a la vez que enrollaba un mechón de húmedo cabello en uno de sus dedos.
-Te ves...copy right hot novel pub