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(Recomendado) ATRACCIÓN ORIENTAL

CAPÍTULO 40

Nael sostenía su mano intentando brindarle su fuerza y apoyo absoluto. Haleine tenía el cuerpo perlado en sudor debido al enorme esfuerzo que hacia por traer a su hijo al mundo.

-¡No puedo más!- gimió entre lágrimas- No puedo mas Nael, estoy muy agotada.

-Debes hacerlo, Haleine. Tú puedes, tú puedes.

-Me duele mucho- lo miró con ojos cristalizados, su hermoso cabello ahora húmedo estaba debajo de un gorro azul, aún así largos mechones se escapaban pegándose a su frente- ya llevo mucho intentándolo. No puedo Nael, perdóname.

-Puede hacerlo, Alteza- le dijo el galeno - concéntrese en respirar y pujar cuando yo lo indique, necesito que me ayude, Ayúdame a traer a su hijo al mundo.

Nael, limpio el sudor de su frente. Se sentía un poco culpable, Haleine parecía sufrir mucho. ¿Como podían las mujeres soportar aquello?

-Tú- puedes, cariño- le dijo con dulzura teniendo la necesidad de ser amable con ella, a fin de cuentas estaba allí aparentemente pudiendo morir de dolor, sólo para darle a su heredero- puedes hacerlo.

Unos quince minutos después Haleine y Nael escuchaban el llanto de su primogénito. Las lágrimas inundaron los cansados ojos de ella, sintiéndose dichosa de haberlo conseguido.

Nael contempló como cortaban el cordón, lo limpiaban y lo envolvían en una manta azul. Era hermoso; sus mejillas con un tierno color rosado, su pequeña boquita, su perfecta nariz.

Era suyo, su hijo.

Sintió las lágrimas quemándole los ojos, ser padre se sentía muy bien.

Continuaron con una serie de procedimientos y luego se los trajeron.

-Es un hermoso varoncito, Altezas- dijo la enfermera- enorme, diría yo- sonrió- midió cincuenta y cuanto centímetros y peso cuatro kilos cuatrocientos. ¿Quiere tomarlo entre sus brazos?- le pregunto a Nael.

-Yo... yo... no sé cómo hacerlo, puedo... dejarlo caer.

-No lo harás, mon amour- le dijo Haleine. Entonces Con ayuda de la enfermera quien acomodó al bebé entre sus brazos. El pequeño abrió sus ojos y los centró en él. Lágrimas de alegría se escaparon de los masculinos ojos, era lo mas hermoso que había visto. Lo arrulló con ternura.

-Soy papá - dijo con voz temblorosa- te quiero mucho- Haleine, sonrió ante la tierna escena. Se sentía tan feliz al verlos así, juntos. Él demostrándole amor a su pequeño hijo.

-También quiero cargarlo-le dijo con voz agotada. Nael lo puso entre sus manos y Haleine lo acercó a su pecho, para luego besar la tierna mejilla- te amo mucho, mi amor- le susurró - ha dolido traerte al mundo- sonrió- pero ha valido la pena. Eres lo más hermoso de mami.

El viaje era largo y agotador pero lo hacía gustosa porque sabía que él la recibiría con todo su amor.

A sus padres no le hacía mucha gracia la idea de tenerla tan lejos, pero terminarían aceptandolo.

Tenía unos tres meses y medios sin ver a Zachary y estaba ansiosa por llegar. Cuando el taxi la dejó frente al lujoso edificio, pagó la tarifa con una hermosa sonrisa, sacó su pequeña maleta y se dispuso a entrar. Hizo uso de sus llaves y pidió no ser anunciada, quería darle la sorpresa a Zac, ya que en un par de días estaría de cumpleaños.

Entró al apartamento y todo estaba en silencio. Era mejor si él no estaba, prepararía una deliciosa cena y lo esperaría solo en ropa interior. Pensó sonriendo con picardía.

Dejó la maleta junto a la puerta y suspiró agotada. Luego se dirigió a la cocina en busca de algún líquido que refrescara su garganta, tomo zumo de naranja y lo ingirió satisfecha del frescor que recibía. Bien, veremos que hay en la alacena.

-¡¿VANESSA?!- La voz de Zac la sacó de sus pensamientos.

-¡Zac!- le sonrió y luego corrió hasta llegar a él y abrazarlo sin importarle que estaba recien duchado, aún mojado y con las gotas de agua corriendo de su cabello y deslizandose por su musculoso cuerpo-¡Sorpresa, Cariño. Me adelante a tu cumpleaños!- dijo antes de besarlo. Lo sintió tenso y su rostro demostraba angustia -¿Qué sucede? ¿No estays feliz de que haya venido?

-Mi amor, yo...

-¡Oh!- aquel gemido de sorpresa reclamó la atención de ambos. Se giraron hacia el lugar de donde provenía.

Vanessa abrio los ojos enormes. Una hermosa pelirroja de grandes ojos verdes la miraba con el asombro presente en ella y la vergüenza dibujada en su rostro. Estaba envuelta en una toalla de baño y su largo cabello rojo como la sangre caía sobre sus hombros.

Se giró para ver a Zachary quien la contempló y luego cerro los ojos con fuerzas. Dio un paso atrás y luego otro.

-Debo irme- dijo la mujer con voz llorosa.

-No Samantha, tú te quedas exactamente donde estás - dijo con voz tranquila pero fría, sin apartar la mirada de los angustiados ojos de Zachary.

-Es el bebé más hermoso que he visto- dijo Odette con los ojos llenos de lagrimas.

-Es muy parecido a Nael cuando nació- dijo Isabella con una tierna sonrisa en su rostro mientras arullaba al pequeño.

-Yo quiero cargarlo- dijo Isabdiella, mirando con ternura a aquella hermosa criatura.

-¡Ah no, me toca a mi!- dijo Zahiry frunciendo el ceño. Estaban todos en la habitación que le asignaron a Haleine y aunque eran muchos, el doctor había dicho que no era problema si no tardaban mucho.

Ella estaba feliz al ver como todos revoloteaban al rededor del pequeño mientras Nael con ojos llenos de brillo permanecía a su lado.

-Sin duda alguna es un Mubarack- dijo Zahir riendo- todos nacemos igual de guapos.

-También es un LeBlanc- aseguro Antoine- no nos olvidemos de eso.

-Es suficiente- dijo el galeno cuando cinco minutos después entro- deben dejarlos descansar, fue un parto muy pesado.

-Afortunadamente ya todos le hemos cargado- dijo Ivette.

-Sino sería imposible sacarnos de este lugar -Aseguró Zashirah.

-Luego les autorizaré otra visita- aseguró el médico- por ahora es mejor que descansen, Su Alteza ha tenido un parto muy difícil, largo y agotador.

-Ha valido cada minuto- aseguró Haleine- tener a mi bebé entre mis manos es mi mayor recompensa.

-No podremos llamarle toda la vida; el bebé - dijo Isabella- mi nieto necesita un nombre.

-¿Uno francés?- preguntó Odette con ojos brillosos.

-Sin duda será uno Norusakistan, al menos el primero- dijo Nael mirando a Haleine y colocando una mano en su hombro.

-Será como tu decidas, mon amour- le respondió ella.

-Namir...copy right hot novel pub

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