Era una blanco fácil pero mis sentidos por un momento estaban demasiado despiertos para que pudiera tomarme desprevenida.
Tomé un descanso involuntario en la mitad de las escaleras luego de perder la cuenta de cuantos peldaños había subido, estaba sin aliento y la oscuridad se cerraba alrededor de mi profundamente, por un momento entré en pánico pero lo bueno que me quedaba en mi oído intacto me confirmó que no había más sonido que el de mi propia respiración acelerada.
Respiré una vez, dos veces, profundo intentando calmarme y subí hasta entrar en el próximo piso, lleno de algunas oficinas abandonadas y destruidas en casi su totalidad, uno de los grandes ventanales de esas oficinas estaba totalmente abierto por la destrucción así que me acerqué a la poca luz que provenía de allí. Estaba alto, tal vez 15 piso más arriba y todo allá abajo eran simple figuras, un grupo de ellas se movía lejos hacia la derecha, tal vez fueran ellos quienes decidieron dejarme a mi suerte.
Me preocuparía por eso en un minuto, tenía que tomarme un descanso. Me senté en un viejo escritorio de madera que casi se mantenía y dejé mi bolso a un lado intentando encontrar algo para limpiar la sangre todavía goteando por mi cuello cuando escuché algo moverse más adelante, levanté la miraba llevando mi arma conmigo y salí de la sala.
Noté luz desde las escaleras, Y esperé en el primer peldaño hasta que la luz se intensificó y me apuntó por completo, podía oír el sobresalto en su pecho cuando me encontró allí de pie esperando por él pero el novato simplemente bajó la luz para dejar que lo viera.
- Mark nos ordenó que esperáramos aquí con el equipaje hasta que trajera más municiones. – dijo con nerviosísimo y un poco de tartamudeo, observé a las otras dos sombras detrás de él y me hice a un lado para que pasaran.
Uno de ellos era la chica Lighters que había estado muy herida cuando salimos del centro comercial, solo mostrándose profundamente nerviosa mientras pasaba junto a mí, siendo seguida de su compañero el doble de mi tamaño.
- Esta vacío, bajen sus armas y acompáñenme. –les ordené, volviendo hacia donde había dejado mis cosas con ellos siguiéndome.
- ¿Cómo estas segura de que está vacío? – preguntó el mismo chico apurándose para llegar a mi lado.
- Por qué hicimos suficiente ruido para alterar cualquier cosa que estuviera aquí dentro y, ¿lo hueles? Además del polvo no hay nada más. Los Rousker vuelven acre el olor de cualquier espacio que habitan, no importan que tan ventilado este. – le expliqué mientras me sentaba de nuevo y buscaba por un par de vendas.
Noté de reojo como su compañero y él se miraban pero no se atrevieron a contradecirme.
- “estas apuntando a ser un fatídico accidente que sucedió en tu primer día de expedición” ¿eh? ¿Es así de malo siempre? – preguntó en voz baja como si le molestara o temiera repetir esas palabras.
Lo observé a los ojos y luego a su compañero, un Smooker de buen aspecto físico a pesar de su corta edad, le calculaba unos 16 años pero casi igualaba el tamaño de Mark.
- ¿Cuáles son sus nombres? – le pregunté mirando entre ambos y a su compañera que se había acercado a la ventana rota sin querer ser parte de esto.
- Kaer, Joan y Antony. – dijo señalando a sus dos compañeros y luego presentándose a sí mismo. No me agradaba seguir llamándolos A1 y A2.
- Pues Antony, no lo sé. También estoy estrenándome con ese bastardo pero lo que es seguro es que cometió el peor error que pudo cometer. – dije con un suspiro, tratado de bajarle dos a mis ganas de todavía matar algo, tenía que concentrarme en parar el san-grado y tal vez, solo tal vez no imaginar ir detrás de él y terminar lo que inicié.
- Tómense un descanso. Estaremos bien aquí. – les aseguré sin levantar la miraba.
Asintieron y observé como el Smooker se iba más cerca de la puerta y se apoyaba en el marco con la vista fija en el pasillo, como si temiera que algo igual saltara y nos atacara. Nos quedamos un rato más en silencio hasta que me sentí demasiado humillada y estresada para quedarme inmóvil. Había logrado parar el sangrado con un poco de alcohol y unas gasas pero me dolía lo suficiente para no querer seguir molestando mi oreja, de seguro me tendrían que poner puntos.
- Si quieren podemos dar una vuelta, tal vez eso los calme un poco. Estoy segura de que este vacío pero eso los hará relajarse. – aseguré intentando matar todavía la adrenalina que corría por mi sistema.
- Mark, ¿puso alguna barrera en la puerta principal? – les pregunté a lo que respondió el Smooker.
- Lo hizo, desde dentro y varias tablas desde fuera. Dijo que regresaría en una hora a lo mucho. – aseguró, esperaba que fuera así pero mientras tanto sería bueno mantener ocupado a estos muchachos.
- Bueno, ¿Quién quiere ir adelante? Les enseñaré como se hace una redada. – dije esperando por que los otros dos Lighters se levantaran.
Se miraron entre ellos un poco nerviosos antes de acceder e hice mi mejor trabajo en mantener-los ocupado, mantenerme ocupada a mí misma. Les hablé como deberían de tantear el espacio, no solo dándole una vista por encima sino enfocándose en todas las señales a la vista de que hubo actividad reciente allí y el olor, era inconfundible el olor acre y putrefacto que llevaban en-cima. El sonido también hacia bien su juego y sentir que lugares se sentía más tibios que otros, eso muchas veces te ganaba muchos puntos de ventajas.
- tienen que ser ágil y silenciosos, justo ahora son como pequeños corderos a la vista, aunque la mayoría de ellos no puedan verlos a ustedes pueden sentir la sangre caliente correr por su cuerpo, su excitación. Cálmense un poco. Les llevara practica pero no es algo imposible. – les prometí luego de casi dos horas exacta de búsqueda donde se distrajeron lo suficiente para pensar en que el tiempo había pasado de más.
Se movían nerviosamente pero tan juntos como era posible cubriendo cada extremo del piso donde estábamos.
- Dudo que alguna vez pueda calmarme lo suficiente estando en estos lugares. – aseguró Anthony.
- Podemos tomar un descanso. – pidió la chica a mi lado, se veía un poco pálida y tenía que recodar que tal vez estuvieron bajo más presión de la que había visto antes.
Asentí haciendo que todos bajaran las armas. – volvamos abajo, y esperemos. Tal vez no tarden nada en venir. Me adelanté para tomar las escaleras pero me congelé en el primer escalón cuan-do sentí un arma a centímetros de mi sien. ¿Cómo no lo había escuchado?
Levanté la miraba observando apenas una silueta en la oscuridad y unos destellos de ojos plateados.
- ¿Qué sucede? – preguntaron los chicos con alarma al notar que me había quedado muy quieta mirando al frente.
Le sonreí a mi atacante haciéndoles un gesto a los muchachos de que todo estaba bien.
- Tenemos compañía, tal vez algún día sean tan buenos para pasar desapercibidos de esa manera.
Retrocedí un paso atrás dándole espacio para que pasara y un par de segundo después Scar entró en el piso todavía apuntando perezosamente su pistola hacia mí.
- ¿Están bien chicos? – le preguntó sin quitarme la vista de encima.copy right hot novel pub