- ¿Como? – fue más una orden que una simple pregunta.
Se giró a verme con seriedad y algo aburrido.
- Viaje en los pisos más bajo de un Arca que no se movía solo por la fuerza del mar y… Soy inteligente. – ofreció como si eso fuera más que suficiente antes de retirarse a la otra habitación.
- Bien, el elevador está listo pero no sé hasta cuánto aguante. Dudo que ustedes, frágiles damas quieran llevar este peso así que desarmen lo que falta para llevárnoslo. – dijo mientras tomaba uno de los extremos del gran cilindro y le hacía señas a Ferz para que lo ayudara con el otro extremo.
Me fijé en la miraba molesta de ambas chicas pero cuando los chicos se dieron la vuelta agradecieron silenciosamente no lidiar con tanto esfuerzo con tan altas temperaturas.
- Ya oyeron, Xoé ayúdame. –dije acercándome a la enorme matriz irradiando todavía un poco de calor.
Los chicos se llevaron el objeto con un poco de esfuerzo mientras le explicaba cómo hacer para desarmar la matriz sin dañarla.
Observé el reloj y estábamos a 2 horas de que se cumpliera el plazo que Mark nos había dado así que me aseguré de que trabajáramos todos en conjunto y rápido.
Los muchachos tardaron unos 15 minutos para llevar el primero y vinieran por el otro, Nick esperaría que todos estuvieran dentro del ascensor para hacerlo funcionar.
- Creo que es mejor si tú y Xoé, los ayudan, yo terminaré aquí. – dije sin levantar la miraba de las piezas que trataba de separar con un destornillador quemándome por el calor que generaba aun la máquina.
Xoé me fulminó con la miraba pero ambas aceptaron ayudándoles a llevar más rápido los generadores que faltaban.
- Maldición. – grité cuando intenté por fin de desarmar la última parte de la matriz, demasiado caliente todavía, y me quemé la palma de la mano.
Sacudí mi mano tratando de liberarme del calor y tire al piso la última pieza donde se encontraba todas las demás.
- ¿Todo bien aquí? – preguntó Xoé viniendo de regreso. Fingí que no había pasado nada mientras me arrodillaba frente a todas las piezas y empezaba a meterla en una de las maletas vacías que habíamos traído.
- Todo bien, ayúdame. – le pedí tratando de trabajar lo más rápido que podía. La tempera-tura no hacía más que subir con el otro generador trabajando y generando su propia fuente de calor sin que alguna clase de ventilación la controlara, el aire se estaba volviendo pesado por lo mismo.
Eso activo una alarma en mi pecho y detuve lo que estaba haciendo.
- ¿Qué pasa? ¿Por qué te detienes? – pregunto Xoé observándome con preocupación. Vi a los muchachos entrar, sudorosos y con la respiración acelerada y me puse de pie para acercarme a ellos.
- Debemos de sacar la última bomba ya, este lugar se está calentando y no hay nada que refresque el otro motor. – me dirigí directamente a Nick quien por un momento le costó entender mis palabras antes de darse cuenta, abrir los ojos exaltados y correr rápido hacia la otra puerta.
Fui detrás de él y vimos, más bien sentimos, la enorme ola de calor que emanaba del otro cuarto.
- Tú y Ferz carguen con el otro cilindro. Nosotras llevaremos las bolsas. – le dije dando un paso atrás para cubrirme del calor.
Casi resbalo mientras ambos nos devolvíamos juntos con los otros y empecé a tomar piezas que faltaban para guardarlas en las bolsas.
- Muévanse, ahora. – dijo Nick levantando el cilindro con fuerzas recuperadas por la prisa que traía. Xoé preguntó asustada que pasada pero me limite a contestarle que solo se diera prisa y unos minutos luego salimos cargando dos bolsas en cada brazo tratando de alcanzar a los chicos por el pasillo.
- Todo se está poniendo más caliente, ¿por qué? – volvió a preguntar Xoé mientras continuaba más despacio por el par de bolsas que llevábamos. Scar y yo nos tomamos un minuto para que nos alcanzara y continuamos hasta llegar al ascensor.
El ambiente aquí era un poco más fresco que el horno allá dentro, pero apenas lo notamos mientras dejábamos las bolsas a un lado y ayudamos a los chicos a acomodar el último cilindro y a me-ter las bolsas.
Esperé que todos estuvieran dentro y me gire a Nick quien trató de empujarme para que entrara también.
- Vayan arriba y saquen los cilindros. Necesitamos apagar el regenerador antes de que queme todo el lugar.
- A quien le importa este maldito lugar. Muévete. – me espetó empujándome dentro.
- Nick, no. – intenté luchar pero me aprisionó junto a los otros para cerrar la puerta.
Apretó el botón de subir y con un crujido y traqueo la plataforma a la que íbamos empezó a subir, lentamente.
- Esta loca si crees que te hubiera dejado ahí. – aseguró mientras que se limpiaba el sudor de los ojos.
Los demás guardaron silencio hasta que las puertas volvieron a abrirse y el joven rostro de Anthony nos dio la bienvenida.
Nos observó a todos en conjunto con sorpresa y se hizo a un lado para que pudiéramos salir.
- ¿Qué paso allá abajo? Aquí arriba no ha dejado de sonar la alarma de seguridad y las luces. – dijo señalando hacia una de las luces a la derecha, titilando un fuerte rojo. – y hace mucho más calor de cuando llegamos.
- ¿La alarma? – pregunté sintiendo que el corazón me bajada al estómago. Asintió algo nervioso y me separé un poco del grupo para comunicarme con Isak.
- ¿Isak me escuchas? ¿Cómo están las cosas por allá?
- Al fin subieron, ya era hora. Tu maldita amiga no deja de chillar y ahora es la alarma de seguridad también. No hay manera en el infierno de apagarla desde aquí.copy right hot novel pub