Una sensación violenta hizo que mis sentidos cobraran vida como si fuera golpeada por una corriente eléctrica. Me removí tratando de liberarme pero estaba sujeta a las caderas y manos, sacudiéndome bajo pequeños espasmo de dolor en mi espalda.
Grité tan fuerte que casi no pude reconocer mi propia voz y golpeé a los costados tratando de librarme, de despertarme de este sueño, si era uno.
El aire a mí alrededor era helado e intenso y poco a poco se fue liberando hasta que las vendas que me sujetaban se soltaron y fueron reemplazadas por un par de suaves manos sobre mi pecho.
Todo mi cuerpo estaba entumecido pero despierto al mismo tiempo, como si esa corriente hubiera intentado despertar todo mi ser, desde la célula más pequeña hasta cosas que no quería despertar.
- Soy yo, todo está bien. – Mells apareció frente a mí y me observó con calma inundando sus facciones, como si intentara transmitírmela.
Estaba lejos de sentirla. Temblé violentamente, como si mi cuerpo no se acostumbrara todavía a este despertar. Ella cedió a mis deseos de intentar erguirme y con cuidado me ayudó a sentarme al borde de la capsula en la que me encontraba dándome suficiente espacio para respirar.
Observé mis manos con pequeñas cicatrices donde antes sabía que habían estado manchadas de sangre y cortes profundos y me costó reconocerlas por lo pálidas que estaban.
- ¿Qué pasó? – pregunté con la voz ronca, me enderecé con todavía la sensación de que la electricidad corría por mi columna, observando alrededor; Nos encontrábamos en un pequeño cubículo todo blanco cubierto por una tela gruesa del mismo color para darnos privacidad, amueblado con una capsula– cama en donde estaba sentada, varios monitores médicos, una silla y una mesita de trabajo con un solo vaso con agua sobre ella.
- todo está bien, estamos de vuelta en la Delief. ¿Puedes recordar algo? – preguntó pero negué con la cabeza mientras tosía un poco.
- lo último que recuerdo es a Anthony siendo atacado por un Rousker, lo ayudaba a esca-par cuando…Todo se volvió muy borroso. – aseguré.
El recuerdo me traía escalofríos y pena, pena por no haber podido aguantar un poco más.
- Mmm lo entiendo. Ibas y venias de la inconsciencia y apenas si podías mantenerte despierta unos minutos. Tuviste un shock, tu cuerpo al fin te reclamo todo el esfuerzo al que fue expuesto y cuando los muchachos te trajeron de vuelta apenas si estabas con nosotros. –aseguró colocando una mano sobre la mía.
- Pero todo está bien ahora. Anthony salió de revisión ayer y está en buen estado de salud. – aseguró. No me permitió hacerle alguna otra pregunta mientras revisaba mis pupilas y comprobaba el estado de mis pulmones.
Siendo sincera todo su optimismo y tranquilidad no hacía más que darme ansiedad.
- ¿Pero qué pasó con lo que traíamos?
Mells me miró por algunos minutos y cuando estaba segura de que no me respondería se encogió de hombros y se limitó a decir:
- Alguien podrá responderte todas tus preguntas en un segundo. Mi trabajo es mantener-te con vida, y no es un trabajo fácil. – aseguró frunciéndome el ceño con seriedad. – a partir de ahora seré tu dolor de cabeza hasta que te recuperes, ambas trabajaremos en ello.
- ¿Ya no lo hacíamos?
Bufó tomando dos pasos atrás terminando con su revisión.
- Yo pongo de mi parte, quisiera ver que tú también hicieras lo mismo. Nada de expediciones, ejercicios o algún tipo de esfuerzo hasta que tu brazo cicatrice por dentro y tu metabolismo se estabilice. – aseguró señalando a mi brazo y la venda alrededor de la mordedura que había tenido. Sentía el brazo pesado y algo adormecido, además de ellos solo una leve casación reverbera en mi cuerpo, pero nada más dolía.
- ¿Algo más que deba saber? ¿Como por ejemplo que hiciste para hacerme sentir como nueva? – pregunté observando mi mano derecha donde debía al menos estar la piel hinchada y enrojecida por la quemadura que sufrí pero no había más que una tenue marca.
Vi a Mells sonreír y asegurar con seriedad.
- Lykar financió todos los gastos médicos con tal de que te recuperaras pronto. Estas Capsulas- camas son de última generación, ayudan a reintegrar y regenerar el tejido dañado. – Dijo como explicación haciendo un gesto hacia las cortinas.- Volveré más tarde, ¿está bien?
Asentí de mala gana, frunciendo el ceño, disgustada porque ese desgraciado tuviera algo que ver en todo esto, aunque por dentro sabía que no aguantaría una semana inmóvil en una cama con ellos pululando a mí alrededor. Mells me sonrió una última vez antes de salir y la escuché desde el otro lado de la cortina intercambiar algunas palabras con alguien.
Unos minutos después la figura de Mells desapareció dando espacio para que entrara Lykar se-guido de una versión cansada de Scar y un antipático Nick. No era un grupo llamativo y esperanzador y sobre todo por el cómo se veía ella; tenía círculos oscuros bajos sus ojos como si no hubiera tenido una buena noche, o dos, y llevaba el cabello recogido en un desordenado moño en lo alto de su cabeza. Nick, por su parte, se veía en buen estado pero trasmitía la vibra de que prefería estar en cualquier lugar en vez de aquí.
- Qué bueno que al fin despertaste, ¿cómo te encuentras? – preguntó Lykar acercándose unos cuantos pasos a mi lado derecho, tan cerca de mí que podía oler el fuerte olor a tabaco que emanaba y trataba de ocultar con su perfume. También había olvidado lo horrible que eran sus ojos y como me causaban escalofríos cuando me presionaba con ellos.
- Mejor que ustedes, se ve que no han tenido una buena noche. – dije observando como los otros dos tomaban asiento a su manera: Scar en la única silla disponible y Nick sobre la punta de la cama, ambos dándoles espacio a su jefe para que hablara primero.
- Eso se puede explicar de muchas maneras, pero no urgimos en interrumpir en tu recuperación para nada. Estos chicos tienen algo que decirte, nuestra conversación puede esperar, su nave despega en unos minutos.
- ¿Nave?
- 120 horas seguidas de guardia en la frontera del norte del Bronx por haber dejado morir dos Lighters novatos y un Smooker. Esa fue la condena que nos dio el director de la Delief.copy right hot novel pub