Escuché pasos muy cerca pero cuando me levanté y recorrí alrededor no había nadie cerca así que me asomé por la barandilla para encontrarme con Lykar mirando hacia arriba, encontrándose con mi miraba. Lo fulminé con la miraba para que se alejara pero solo sonrió de medio lado siguiendo caminando.
Me tapé los oídos evitando escuchar sus pasos, sus latidos, pero era imposible no sentir toda su energía venir hacia mí. Era fuerte, su corazón latía de una manera algo irregular, tal vez tuviera problemas con ello.
- ¿Qué sucede? – preguntó llegando al rellano y acercándose, no lo había dicho en voz tan alta pero aun así me hizo sobresaltar.
Sabía que no me dejaría ir fácil, pero tal vez me ayudara a convencer a Mells.
- Mells no me ha dado buenas noticias sobre mi salud y tengo ganas de matar a alguien. – mis esperanzas murieron cuando su sonrisa empezó a crecer por mi desgracia.
- Pobre niña, todo te sale mal.
- Púdrete.
- Pues yo si colaboro contigo. – dijo acercando una de las silla y sentándose a un par de metros de mí, lo suficiente lejos para respetar el espacio que necesitaba justo ahora.
- ¿De qué forma?
- Veo que has hecho nuevos amigos, ¿me permites ser uno? – preguntó cruzándose de piernas, parecía sincero por eso lo miré como si estuviera enloqueciendo. – ninguna paz que necesites vendrá de un químico.
Ah, así que si sabía que era lo que me atormentaba.
- Que filosófico, me haces sentir como una adicta.
- Lo eres de cierta manera, todos lo somos. Yo fumo porque calma mi ansiedad, y eso es un trastorno. El tuyo es querer mantener el control siempre. Así que tenlo, tal vez te haga mejorar. – dijo abriendo sus manos como si no hubiera problema en ello, como si hubiera encontrado la solución a todos mis problemas.
- El control que tú quieres que tenga no es lo que busco. Tu equipo y tu saben dónde podrían irse si yo no me hubiera comprometido con esto.
- No hablo de eso…Pobre niña que tiene miedo de todo lo que está por encima de ti. Pero no eres Dios, y todavía eres muy pequeña.copy right hot novel pub