Volví a mi habitación sola y luego de una larga ducha y algunos minutos de descanso, intentando ordenar mis ideas, escuché a Ferz junto con Valery entrar listos para tomar su descanso.
Ferz me vio sentaba en mi cama y cambió su rumbo para caer a mi lado sonriéndome como habitualmente hacía, con todo su esplendor. Valery solo pasó de largo hacia las duchas dándome un breve vistazo de por medio. Estábamos bien como estábamos, no necesitábamos más contacto del necesario.
- ¿Cómo les fue? – preguntó Ferz a modo de saludo, escaneándome con su abrasadora miraba. Su cabello estaba todo empapado de sudor y olía fuertemente a él.
- No quiero hablar de ello. ¿Qué estuviste haciendo? – le pregunté observando a los arañazos en su palma izquierda.
- No soy tan bueno construyendo cosas al estilo de Isak, pero al menos pudimos avanzar con las celdas. Todo está en marcha.
- Es un alivio escucharlo, ¿sabes dónde está él? – le pregunté haciendo referencia a Nick, sería mejor acabar con esa conversación. Todavía había muchas cosas pendientes entre nosotros que quería arreglar para sacarlas del camino.
- En su tiempo libre, en las escaleras. ¿Piensas perdonarlo? Yo estoy bien ignorándolo por ahora. Ha estado acosándome por información sobre esa puta llave. – explicó dejándose caer de lleno sobre mi cama con los brazos abiertos. Parecía realmente cansa-do.
- ¿Por qué quiere la llave? – me observó de reojo con cautela, como si hubiera hecho una pregunta fuera del rango de confianza de nuestra amistad.
- No sé si deba decírtelo. – lo miré como si estuviera jugando conmigo, no necesitaba recordarle que se la había dado a él. ¿Qué más confianza de mi necesitaba? – bien, está bien.
Tomó aire antes de continuar.
- Hay un archivo en la base de datos de los Smooker en la cual intenta ingresar desde hace tiempo, casi desde que lo conozco. Creo que es referente a su familia y ese precioso don que tiene. Pero no me dice mucho o tal vez sea yo quien no quiera saberlo, con Nick siempre es una historia difícil y nuestra manera de ser siempre ha sido mantener las cosas duras fuera tanto como sea posible. Revolver en el pasado y tratar de enfrentar el presente a veces es difícil. – explicó desenrollando un hilo suelto de mis sabanas de manera distraída, sumergido en sus propios pensamientos.
Tendría sentido, pero todavía no me causaba la suficiente empatía para perdonarle. Seguía creyendo que era un canalla pero…Tal vez podría darle algún uso.
- ¿No sabe que lo tienes entonces? – negó cerrando los ojos un momento.
- Tengo miedo de lo que pueda hacer y todavía lo odio un poco por lo que nos hizo. Me explicó que su único objetivo era sacarte de nuestro camino porque pensaba que me estabas controlando o que se yo. La paliza, aunque pudo evitarla, pensó que era mi merecido por seguirte todo el juego. Idiota. – confesó amargamente. A mí tampoco me hacía gracia pero intentaba ya no sujetarme de ese resentimiento. Después de todo fue mi culpa el meternos en eso.
- Pues, es mi hora de enfrentarme a ello. Deséame suerte. – le comenté a modo de despedida poniéndome de pie. Me levantó su pulgar en alto como último gesto de buena fe antes de darle la espalda y salir de la habitación tratando de trazar un buen plan para lo que diría pero mi mente vagaba sin parar, sin darme algo claro.
Abrir la puerta de emergencia y efectivamente lo encontré apoyado en la baranda con su Tablet en manos algunos escalones más arriba. Reaccionó al sonido de la puerta abriéndose levantando la miraba y la enfocó en mi con bastante sorpresa y cautela.
- Volviste, y en una sola pieza.
- Ya no debería de sorprenderte mi aguante. – le aseguré dejando que la puerta se cerrara y subiendo los peldaños que nos separaban.
Dobló en dos su Tablet y la guardó en su bolsillo. Observándome mientras avanzaba, intentando adivinar qué era lo que había pasado.
- Si, pero Scar me da un poco de miedo a veces. Cuando se cabrea es lo peor y eres experta en generar esa reacción en las personas.
Le di la razón con una pequeña sonrisa, llegando a su lado.
- no quiero hablar de ella. – me apoyé en la baranda a su lado observando hacia abajo, a las interminables escaleras, intentando no pensar en nuestra última conversación. – ¿quiero saber qué harás con la llave cuando te la de?
Mis palabras lo golpearon con bastante sorpresa y se giró parcialmente para detallarme mejor.
- Acabo de escuchar bien ¿me lo darás? - preguntó con escepticismo.
- Solo si me convences lo suficiente, igual te saldrá caro. Es un arma de doble filo, muy potente. Todavía la necesito, y tú me necesitas para encontrar cualquier cosa que busques. No es un sistema fácil y digamos que esta llave tiene un tiempo estimado de uso dentro el sistema. – le aseguré matando un poco sus ilusiones.copy right hot novel pub