Milagrosamente pude regresar 7 minutos después en una pieza, con el dolor de cabeza ahora extendiéndose por todo mi cuerpo. Había dejado ir a algunos de los ayudantes que sacaban las vacunas luego de que me ayudaran a encontrar lo que quería.
Estaba tan cansada, tan agotada que solo desea cerrar los ojos y dejarme caer pero tenía que continuar, pese a todo.
Encontré a Scar en uno de las habitaciones apoyada a uno de los cajones con expresión ansiosa y moviendo el pie rítmicamente. Levantó la miraba abruptamente al verme entrar y por la forma en que abrió los ojos al verme sabía que tan buena pinta traía.
- ¿Mi traje? – le pregunté entrando a la habitación y cerrando la puerta tras de mí.
- ¿Traje? Necesitas un doctor. – dijo aun así sin atreverse a acercarse.
- Si, lo he escuchado mucho desde que estoy con ustedes. Al aparecer lo único que hago es salir herida y caer. Pero mira el lado…Positivo. No ha sido aburrido y he demostrado que alguien en tan enfermo estado puede llevarle la delantera a astutos y arrogantes Smooker como ustedes. – le aseguré negándome a que mi ánimo cayera al mismo nivel que mi condición física mientras me deshacía de todo lo que traía encima, dejando sobre uno de los cajones los tres frascos que había conseguido.
- ¿y eso que tiene que ver con lo que vinimos a hacer? – me cuestionó cruzándose de brazos y endureciendo su miraba.
- Lo que tiene que ver es que realmente no nos importa si Arnold consigue lo que quiere, estas sedes serán clausuradas mañana, toda evidencia borrada y eso sin tener en cuenta de si podemos salir de aquí con tanta información. Así que debes de buscar, cualquier cosa que quieras que sea tu recompensa por tan duro trabajo, derramar tanta sangre. Eso… Es realmente por lo que vinimos, porque después de todo somos ambiciosos: Nick, tu y yo. Nos arriesgamos por la recompensa… No porque alguien más nos dijera.
Scar miró alrededor con él ceño fruncido antes de clavar de nuevo la miraba sobre mí.
- Espera, ¿siempre supiste lo que había aquí?
- ¿Tú qué crees? No me hubiera arriesgado tanto solo por un maldito idealista que quiere jugar al divergente utilizándome a mí de herramienta. - Dije quedando desnuda frente a ella y dándole un vistazo a mis heridas, tratando de sacar con los dedos la bala incrustada en mi pierna derecha. No fue tan difícil ya que no había impactado profundamente en la carne y luego de liberarme de ella observé como la sangre manaba en un pequeño hilo.
Busqué un sellador en mi bolso y la cerré lo mejor que pude para luego tomar el traje de donde lo había dejado Scar y ponérmelo a todo lo prisa que podía con los músculos contraídos del dolor, pero lo más significante era mi cerebro. Se sentía como una masa deforme en mi cráneo.
- ¿Qué es eso? – preguntó señalando hacia los frasco. Sonreí sin darle respuesta alguna y terminé de abrochar el elegante y duro traje negro de una pieza. Tenía algunas placas de revestimiento en los puntos adecuados para que me pudiera permitirme mover con libertad y a la vez protegerme.
Me perdí un momento en sentir el material que me cubría, casi con alivio cuando noté como Scar apuntaba su arma frente a mí.
- Quiero una maldita respuesta. – seguí mostrándole indiferencia y poco miedo y tomé uno de los frasco, con liquido cristalino con tal voluntad que pude haberlo roto.
- Por qué decirte si podrías verlo. – dije apurando el frasco por mi garganta de un solo sorbo haciendo que distintos destellos cruzaran mi visión e hicieran que cada musculo se tensara hasta prometer romperse. Lo último que sabía era que estaba tirada en el suelo, con Scar agarrándome de los hombros con una fuerza que tenía mis músculos agarrota-dos y diciendo palabras que no podía entender.
No sentía que respiraba, no por un largo segundo hasta que sentí que mi cuerpo explotó, por así decirlo, y todo lo que tenía guardado fue desbordándose llenando cada parte de mí que, al menos físicamente, necesitaba un reparo, mis ojos ardían como si brotara fuego y me hice a un lado escupiendo saliva, intentando incorporarme sin mucho éxito.
Luego de un segundo de intentarlo me dejé caer por completo en el piso boca arriba, todavía con Scar a horcajadas sobre mí.
- ¿Puedes escucharme? – demasiado alto diría yo. Parpadeé un par de veces sintiendo por primera vez como si el dolor me abandonara, el fuego, la electricidad habían acaparado todo.
- Necesito espacio y que por un momento no hables. – le pedí apenas con un hilo de voz sentándome con los hombros caídos.
A pesar de todo ella accedió dándome tiempo suficiente para poder volver a respirar con normalidad. Me estiré todavía sintiendo como si tuviera los miembros frágiles y me puse de pie con las piernas temblorosas.
- Bien, ahora las respuesta. – dije estirándome un poco más con los ojos cerrados. Los abrí solo para divisar a Scar sentada con los pies recogidos en el suelo y expresión desconcertada en su rostro.
Respiré profundo y le tendí una mano para que se pusiera en pie. – ahora ya me puedes llamar algo, me puedes llamar una Lighters.
- ¿Que? – vociferó conmocionada.
- Eso, que acabas de ver que tomé es el suero base para el Gen Lighters. Créeme, siento como si debiera recostarme pero no estamos en posición de eso. – negué con la cabeza intentando despejarme y la vez culpándome por ser tan poco precavida y tener que decirle esto pero sabía que hubiera sido mil veces peor con Nick aquí. En primer lugar no me hubiera mostrado la gentileza de dejarme continuar como lo había hecho Scar.
- Lo cierto es que… Ya mi cuerpo no aguantaba el Gen Smooker, me estaba matando. Haciéndome más débil que fuerte. Necesitaba empujar la balanza de un lado u otro. Igual ser Lighters no estaba tan mal pero…Dios hay demasiada luz. – dije frotando mis ojos e intentando que se enfocaran solo en una cosa.
- ¿Y decidiste venir aquí por eso?….Estas demente.
- Creo que eso ya lo has visto. – dije acercándome al armario y armándome con un par de correas y un gorro. – no espero que lo comprendas, pero sí que aceptes lo suficiente de lo que te digo para poder seguir adelante, y salir de aquí. Por favor. Esto no imposibilita mis habilidades y…
- ¡Suficiente! Dios. Empiezas a hablar como ellos. Lo único que hacen es hablar y hablar hasta que te convence. – dijo pasando una mano por su larga melena, viéndose tan frustrada como se sentía. Todavía podía percibir eso. El toque de todas sus emociones, hasta extrañamente se sentía más claro.
Sonreí a medias y giré a verla mientras guardaba los restantes dos frascos con cuidado en mi bol-so.
- En pocas palabras, tendrás que conformarte y quedarte callada. Tú también nos han mentido al decir que estabas involucrada al plan de Arnold.
- ¿Que? – preguntó asaltándome ligeramente ofendida.
- No seas una hipócrita. Lo vi, lo sé. – dije mirándola despectivamente. – no puedes engañarme, no fácil. Y tampoco sé que pudiste engañar a Nick pero ambos decidimos seguirte la corriente por que necesitábamos a alguien más, alguien hábil.copy right hot novel pub