Violet
Abro los ojos lentamente y me doy cuenta que es de noche, el auto aún sigue en movimiento, miro hacia adelante y veo que mis padres hablan tranquilamente, Sandler a mi lado se da cuenta que he despertado y me da una tierna sonrisa.
— ¿Cuánto falta para llegar? — pregunto soñolienta mirando hacia el frente.
— Un par de horas — responde mi padre haciéndome bufar.
— Ten paciencia, ya llegaremos — dice mi madre con su usual dulzura que por un poco más me da diabetes.
— Puedes seguir durmiendo — dicta Sandler con burla haciéndome negar con la cabeza
— ¡Pero si dormí todo el día! — digo con un puchero, enfurruñada.
— Ya ya, no seas llorona, toma — responde pasándome un paquete de papas fritas.
— Te amo ¿lo sabias? — pregunto dramáticamente
— Si si, claro — ríe sin dejar de mirar al frente.
(...)
Después de una larga noche de molestar a mis padres y Sandler por haber dormido en todo el día, me quede dormida como una hora y media y luego al sentir que me cargaban desperté de golpe, dándome cuenta que quien me cargaba era mi mejor amigo.
— ¿Dónde estamos? — pregunto relajándome en su pecho
— Ya llegamos, nuestro nuevo hogar copito — dice con una sonrisa, arrugo la nariz por el meloso apodo y miro la gran casa frente a nosotros.
Es linda, es de dos pisos, de un color beige, tiene ventanales en la parte de arriba y un par de ventanas abajo, la puerta está en todo el centro, todo está rodeado de césped y un bonito jardín que le da un aspecto hogareño.
— Es linda — afirmo mirando como mis padres bajan las maletas y cajas.
— Que bueno que te guste hija — dice mi madre con una sonrisa
(...)
Luego de instalarnos todos se fueron a descansar pero yo, bueno, yo quería curiosear la casa así que empecé a caminar por el piso superior, pase por la cocina viendo lo cálido que se sentía todo, sin duda me sentiría a gusto aquí, cuando saliera ya sería otra cosa...
Me detengo de golpe al notar una foto de mis padres, se ven sólo un poco más jóvenes, pero esta foto parece ser antigua.
Frunzo el ceño y la tomo entre mis manos, dos personas más acompañan a mis padres en esta foto, es una pareja, el hombre es rubio, muy guapo a decir verdad, alto, comparándolo con la mujer a su lado, esta tiene el cabello castaño y unos hermosos ojos verdes. Parecen buenos amigos... Pero esta foto nunca la había visto.
— ¿Que estás haciendo? — pregunta la grave voz de Sandler haciéndome pegar un brinco
— Ah. Eres tú. — Afirmo aliviada — sólo estaba... Viendo esta foto — digo tendiéndole la foto que un poco más y cae de mis manos por el susto, bendito Sandler y sus llegadas inesperadas.
Este toma la foto y luego me mira.
— Talvez son viejos amigos — se encoje de hombros y vuelve a poner la foto donde estaba, pegada a la pared.
— Talvez — sonrió y me dirijo a la cocina para buscar algo de comer — Muero de hambre — grito un poco para que Sandler escuche.
— ¿Que quieres que haga? — responde entrando a la cocina, dándome una mirada de pocos amigos.
— Nada, ven a comer conmigo — lo apunto con la cuchara haciendo que me mire asustado, suelto una carcajada y al poco tiempo se une a mí.
— Y todo este alboroto — entra mamá gallina a la cocina, su cara refleja el mal humor que se carga dado que la desperté.
— Este.... Cof Cof — toso falsamente para zafarme del regaño que tendré pero entonces el timbre suena haciéndome soltar una risita.
— Salvada por la campana — mi madre dice a la vez que camina a la puerta, la sigo al igual que Sandler a mi lado.
Ella abre la puerta y todos dirigimos nuestra atención al chico castaño que nos mira atentamente
— Buenos días... Sra Dewey — dice el chico mirando a mi madre y luego a mi
— Buenos días Beta, ¿Que se le ofrece? — pregunta mi madre, arrugo la nariz confundida por como lo llamó... ¿Beta? Que es eso?
— El Alfa quiere que usted y su familia se presenten en su casa inmediatamente, es cuestión de protocolo. — afirma dejándome aún más confundida... ¿Qué diablos?
— No lo veo necesario, nosotros vivíamos aquí antes, somos amigos del padre del Alfa y... — responde mi madre enojada, al parecer ella si está al tanto de todo por aquí... Esperen dijo que antes vivían aquí. Estoy perdida.
— Señora, es una orden del Alfa. — interrumpe este autoritariamente haciendo que mi madre apriete los labios. Asiente levemente y suspira.copy right hot novel pub