Violet
Abro los ojos algo desorientados y miro a mí alrededor, estoy en la casa de mis padres.
Todos los recuerdos del día anterior me invaden y me levanto dándome cuenta que aún sigo en mi forma lobuna.
Me dirijo a mi habitación y vuelvo a mi forma humana, entró al baño y tomó una ducha fría para aclararme y tranquilizarme, a pesar de que el sentimiento amargo no desaparece al menos pude tranquilizarme.
A pesar de ser una persona muy seria y cerrada, soy muy sensible y más cuando se trata de mi primer "Amor"
Nunca me había gustado alguien ni nada parecido, siempre estuve alejada de todos, pero ayer estaba tan nerviosa y a la vez feliz porque por fin puede acoplarme a mi realidad, al mundo real, donde más personas están en mi vida, pero ahora... Todo parece irse por el caño, y no creo que Kale quiera luchar por mi teniendo una hermosa chica completamente a sus pies.
Salgo de la habitación vestida con ropa deportiva, dispuesta a entrenar, y sacar todo lo que me cargo pero tres personas que me conocen como la palma de su mano, están frente a mí de brazos cruzados.
Aprieto los labios y suspiro sabiendo que tendré que dar una explicación.
Los invito a sentarse y cuento más o menos lo que pasó, sin dar muchos detalles y sin preocuparlos, aunque creo que no ha funcionado.
— ¡Ese imbécil! ¡Voy a ir a matarlo!
Grita Sandler levantándose enojado.
Tomo su brazo y lo obligó a sentarse.
— Nadie hará nada, no volveré, y no vale la pena.
Digo tomando el plato de comida que me ofrece mi madre.
— Hija, invite a tu abuelo a que viniera a animarte.
Dice mi madre haciéndome fruncir el ceño.
— No necesitaba eso.
Afirmo para luego dirigirme a la puerta.
— ¿A dónde vas? — pregunta mi padre cruzándose de brazos.
Miro a Sandler y le indicó que me acompañe.
— Iré a entrenar.
Digo en voz baja, mi padre suaviza su gesto y asiente. Supongo no quiere que me quede aquí deprimiéndome.
(...)
Doy golpes a las palmas de Sandler quien no hace ni una mueca.
Es fuerte.
— Golpeas bien — dice y yo sonrió.
— He mejorado. — respondo con superioridad.
— ¿Ah sí? Dime que más puedes hacer.
Incita a que lo ataque.
Me acerco a él rápidamente y el intenta esquivar el golpe que le propino pero falla.
— Si que has mejorado, vamos a trabajar eso. — dice con una sonrisa divertida y así empezamos una buena pelea donde veo lo mucho que mejore.
Gracias a Kale.
(...)
Volvemos caminando a casa, charlamos como hace un tiempo no lo hacíamos y bromeamos como siempre. Pareciera que el tiempo no hubiera pasado.copy right hot novel pub