—Sube. Acompáñame a comer.
—Pero yo... Me voy con mis compañeros —Lydia apenas terminó lo que estaba diciendo y Eduardo ya le colgó sin dejarle tiempo para reaccionar a su petición. Lydia miró a Isabel con cara de incomodidad:
—Lo siento, yo...
—No te preocupes. ¿Es el presidente? Entonces cogeré a otro —Isabel sonrió, parecía que no le molestaba en absoluto. Se dirigió a la cantina con otra persona, con una sonrisa en la cara.
Lydia se sintió un poco decepcionada al verlos alejarse.
Sonrió con amargura, recogió sus cosas y subió. Siempre era Juana la que preparaba las comidas de Eduardo, y hoy no habría una excepción.
Lydia empujó la puerta y entró. Vio a Clara Agusto sentada junto a la mesa de centro, ya comiendo el almuerzo.
—Eduardo, Juana cada vez cocina mejor. Siempre eché de menos su cocina cuando estaba en el extranjero. Y por fin hoy estoy disfrutando de esto.
—Mhm-hmm.
Lydia se quedó pensando si debía entrar.copy right hot novel pub