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Sorpresa de una noche

Capítulo 116: Recuperar la confianza

A mediodía, Lydia se paró tristemente junto a una máquina expendedora y compró una caja de fideos de taza.

Le resultaba imposible ponerse a dieta para perder peso.

Por muy mal que se sintiera, debía comer.

—Lydia, creía que ibas a comer con el señor León. ¿Por qué estás comprando esto...?

Isabel salió de la nada y Lydia sonrió torpemente, dándose cuenta de que Isabel y los demás ya habían terminado su almuerzo.

—Bueno, no me gustan los platos de hoy y de repente me apetecen unos fideos a la taza.

—De acuerdo entonces. A mí también me gustan los fideos a la taza. Quizá podamos comerlos juntos la próxima vez.

—Eso estaría bien.

Por fin consiguió acabar con esto. Por la tarde, con la ayuda de Isabel, Lydia aprendió a utilizar la impresora para imprimir y enviar faxes. Era la hora de salir del trabajo cuando terminó de imprimir todos los archivos que le dio Tatiana.

Los compañeros se iban.

Incluso Isabel se despidió de Lydia y se fue. Lydia dudó un rato en el despacho y bajó las escaleras. No tenía ni idea de si Eduardo se había ido o no.copy right hot novel pub

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